Olimerca.- Ante la demanda de algunas organizaciones del sector del aceite de oliva al Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, en las que denuncian inseguridad jurídica en la aplicación de la normativa vigente de análisis sensorial (cata) de aceites de oliva vírgenes, y en la que proponen su no aplicación, 22 Denominaciones de Origen, empresas, instituciones y organizaciones relacionadas con sector oleícola español se han unido en la firma de un manifiesto a favor del panel de cata para defender la calidad del producto y sus garantías de cara al consumidor.

Este manifiesto surge en respuesta al encuentro entre Anierac y Asoliva (ver noticia aquí ) en el que alertaban de la inseguridad jurídica de este método y será firmado mañana, 10 de abril, en la Diputación de Jaén. Asimismo, está promovido por la propia Diputación jiennense así como por los Consejos Reguladores de las Denominaciones de Origen Protegidas de Córdoba y Jaén, sus universidades y la Asociación Española de Municipios del Olivo.

“El método de análisis sensorial aplicado a los aceites de oliva vírgenes es una herramienta indispensable para la clasificación de los mismos, que permite diferenciar entre categorías, por encima de los análisis físico-químicos”

Los firmantes afirman que “consideramos que es imprescindible que los aceites de oliva vírgenes extra y vírgenes tengan que pasar esta prueba, no sólo para valorizar el enorme esfuerzo de los olivareros y las almazaras productoras, sino para que los consumidores que adquieren un aceite de oliva virgen extra no sólo encuentren un producto acorde con la categoría declarada en su etiqueta, sino con la que su descripción merece y sin defectos organolépticos”.

Esta metodología ha sido desarrollada por el Consejo Oleícola Internacional y está contemplada en la normativa actual de la Unión Europea desde hace más de 15 años, con contrastada experiencia en su aplicación por los laboratorios oficiales que además, son auditados periódicamente por la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) y por el propio Ministerio.

El manifiesto señala también que “este método ha estado en continua evolución desde sus inicios, y sigue siendo susceptible de mejoras como cualquier otro, y en ese tema, debemos trabajar desde el sector del aceite de forma conjunta y constructiva, debemos también invertir en formación para aumentar el número de paneles certificados, pero actualmente el panel test es, insistimos, imprescindible para clasificar los aceites de oliva vírgenes extra de forma objetiva”.

Consideran que "de ninguna manera se puede admitir un futuro donde el consumidor adquiera un aceite físico-químicamente admisible pero con patentes defectos organolépticos, etiquetado bajo el nombre del buque insignia de todos los aceites de oliva, del aceite de oliva virgen extra".

Por tanto, los firmantes manifiestan que “no compartimos el problema de la inseguridad jurídica aducido, por falta de argumentos consistentes, objetivos y demostrables, y solicitamos al Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente que continúe la aplicación de dicho método, tal y como exige la normativa europea actual, aunque se inicien actuaciones para buscar la mejora del método”.