Olimerca.- Un equipo de arqueólogos tunecinos ha descubierto un antiguo molino de aceite de oliva en Bechni (Kebili), un enclave desértico del sur del país, donde hasta ahora no se tenía constancia del cultivo del olivo.  

El hallazgo, datado entre los siglos III y VII d.C., confirma la existencia de una planta de producción de aceite en una zona donde el olivar es hoy inexistente y refuerza aún más la evidencia de un asentamiento romano en el borde del Imperio, a lo largo del Limes, la línea que marcaba la frontera sur del territorio romano, según recoge el portal l'OlivoNews.  

Las excavaciones en este remoto paraje han sacado a la luz estructuras que demuestran la actividad oleícola romana en pleno desierto, algo que los expertos califican como un descubrimiento “sin precedentes”. Este lugar de Bechni, que no aparecía en mapas ni atlas históricos, revela la expansión agrícola del Imperio romano incluso en sus fronteras más inhóspitas.  

Este descubrimiento se suma ahora a los argumentos del país para que el "Limes del Sur" —el antiguo límite sur del Imperio romano— sea incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, una candidatura que el país ya presentó en el año 2012.  

El molino refuerza la importancia histórica y patrimonial de esta frontera imperial, en la que ahora también se constata el legado oleícola romano. 

Este hallazgo arqueológico cobra aún más relevancia en un momento en el que Túnez refuerza su papel como potencia exportadora de aceite de oliva. Y es que, según datos del Observatorio Nacional de la Agricultura (ONAGRI), el país ha vendid al exterior 157.200 toneladas en los primeros cinco meses de la campaña 2024/25, lo que supone un incremento del 46,3% respecto al mismo periodo del año anterior.