Bodega en una almazara de Jaén

Olimerca.- El mes de mayo se ha cerrado sin grandes novedades en el mercado del aceite de oliva en origen. A pesar de que durante los días de Expoliva se intentó fijar precios más altos, sobre todo para la categoría de aceite lampante, finalmente el mercado se ha reconducido sin mucho ruido aunque se habla de que con muchas nueces.

De hecho, cada vez son más las operaciones de compra-venta que se cierran de manera directa, sin intermediarios, y esto hace que no trascienda al conjunto de operadores del sector los principales movimientos de los grandes compradores.

Así, nos encontramos en estas fechas que la oferta de aceite con destino a refinería se mueve en el abanico de los 2,75€/kg y los 2,80€/kg, aunque también es cierto que cuesta encontrar aceite lampante genuino, siendo Jaén la provincia con mayor disponibilidad. Da la sensación de que el aceite lampante se ha convertido en la referencia para fijar un precio suelo en origen.

Si hablamos de la categoría virgen extra aquí nos encontramos con dos modalidades de AOVE: el de panel y el de papel. Por desgracia no siempre las almazaras consiguen que toda su producción de aceite de oliva pueda pasar por un análisis oficial tipo COI (Panel Test) y en ocasiones se intenta justificar un Aceite de Oliva Virgen perfecto en análisis físico químico pero que algunos parámetros organolépticos no son los deseados. Y este tipo de aceite es el que hoy se puede encontrar en la banda de precios que va desde los 3,30€/kg y los 3,50€/kg; mientras que los auténticos AOVE, con mayúsculas, pueden permitirse fijar un precio que va desde los 3,60€/g a los 3,90€/kg y por encima de los 4,00€/kg.

Por último, en el análisis del comportamiento de la gran distribución y la industria conservera se consolida la estrategia de reducir los stocks de los aceites de oliva en sus instalaciones y las operaciones que se cierran se hacen para cubrir sus necesidades de 15 días o un mes. Estas coberturas cortas parecen ser que les está funcionando financieramente muy bien, aunque a los productores les obligue a estar negociando constantemente con los jefes de compra de la gran distribución.

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