Olimerca.-  En los últimos cinco años, más de 30 almazaras se han acogido a subvenciones dirigidas a la transformación de alperujo en compost como fuente de nutrientes para el suelo sin necesidad de utilizar abonos químicos.  Así, la evolución de la producción de este compost ha pasado de 5.000 toneladas en 2007, a una estimación para este año de en unas 94.000 ton.

Esto ha sido posible gracias al impulso de la Junta de Andalucía al compostaje de subproductos agrarios en unas actuaciones que está llevando a cabo desde hace años con el objetivo de promover este proceso, que en los últimos años ha constatado un aumento tanto en el número de empresas como en la cantidad de compost producido.

Concretamente, en 2007 la Consejería respaldó con casi 530.000 euros este tipo de iniciativas en nueve almazaras andaluzas; en 2008 destinó una ayuda de 436.000 euros para cinco almazaras; en 2009, 344.000 para cuatro almazaras; en 2010, 417.000 euros para cinco almazaras y el año pasado casi 895.000 euros para nueve almazaras. Estas ayudas están enmarcadas en el Programa de Desarrollo Rural de Andalucía y cofinanciadas a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (Feader). A partir de 2009 las ayudas se han hecho extensivas a otros subproductos de cualquier industria transformadora de base agraria.

Esta actuación pretende favorecer una mayor disponibilidad de insumos específicos para las producciones ecológicas y la mejora del proceso productivo en las almazaras y demás industrias agroalimentarias aumentándose el valor añadido de los productos agrarios con la incorporación de una nueva actividad comercial, derivada de la venta del compost.
El compostaje es un proceso biológico controlado que transforma los residuos orgánicos en humus o compost, aplicable como abono o sustrato. Las temperaturas elevadas que se alcanzan en el proceso eliminan microorganismos patógenos y semillas de hierbas adventicias consiguiendo un producto estable e higienizado.

En Andalucía, la gran cantidad de alperujo que se genera anualmente, en torno a tres millones de toneladas, así como la falta de fuentes asequibles de materia orgánica que pueda incorporarse a los suelos de cultivo, ha intensificado las iniciativas dirigidas a poner en valor este subproducto, aprovechando sus propiedades fertilizantes.

La utilización del compost conlleva, entre otros beneficios, la disminución del riesgo de contaminación por nitrato de las aguas superficiales y subterráneas en el olivar, el incremento de la fertilidad de los suelos agrícolas y de su estabilidad frente a la erosión. Asimismo, se trata de un proceso económicamente rentable, con un coste menor al que conlleva la adquisición de ciertos fertilizantes químicos para reponer los nutrientes extraídos con la cosecha.

Junto al respaldo económico, el Gobierno andaluz realiza desde hace años una labor de asesoramiento y transferencia tecnológica, a través principalmente de jornadas técnicas, para potenciar y extender la metodología empleada para la producción industrial del compost y los beneficios de este proceso. Para ello se ha creado un grupo de trabajo de intercambio de experiencias con la finalidad de transferir a los interesados la información existente en el sector.

Asimismo, la Consejería ha editado un manual divulgativo, que puede consultarse en su web, sobre los fundamentos del proceso de compostaje, los materiales que son posible procesar, la forma en la que deben combinarse, los factores que influyen en el proceso y cómo deben controlarse, la dosis en que tiene que aplicarse el compost y la normativa que rige esta actividad.