Olimerca.- La Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha ha creado el Instituto de Innovación y Competitividad, destinado a favorecer la recuperación y el desarrollo económico de la región, así como acelerar su proceso de convergencia con el resto de las regiones de la Unión Europea.

La directora de la Fundación Caja Rural Castilla-La Mancha, Ana López-Casero, ha desglosado los detalles de esta iniciativa, que pretende ser una herramienta innovadora, ágil y moderna" para dinamizar las zonas rurales y generar progreso y riqueza en el tejido empresarial, cooperativo e institucional de la región.

El Instituto tendrá seis líneas de actuación: competitividad, internacionalización, emprendimiento, innovación, mujer rural y formación en liderazgo con valores, y cuatro áreas operativas, desde las que se desarrollará un mapa de once programas: foros, servicio de estudios, Escuela de Cooperativismo, Escuela de Empresarios y Directivos, programas de emprendimiento.

En resumen, diferentes programas de investigación, formación, consultoría y creación de nuevas empresas, que pretenden promover el conocimiento y la innovación en los sectores tradicionales de la economía, especialmente en el agroalimentario, junto a la generación de nuevos negocios.

Según López Casero, este Instituto es fruto de un proceso de reflexión estratégica iniciado hace cuatro meses por la Fundación, redefiniendo su misión, visión y valores a fin de aportar el máximo valor a las personas y a Caja Rural Castilla-La Mancha.

Con este objetivo se ha llevado a cabo un "minucioso" plan de trabajo, estudiando con detenimiento el ecosistema emprendedor regional y nacional y celebrando reuniones de trabajo con emprendedores, empresarios y miembros de los diferentes Gobiernos.

Un total de 70 personas han participado en este proceso de reflexión, que ha querido ser "muy plural" y recoger las diferentes sensibilidades y necesidades no cubiertas para poder poner el foco en las iniciativas del Instituto.