Olimerca.- Los subproductos del olivar y del aceite de oliva cada día ofrecen nuevas aplicaciones y usos en la industria. La última noticia viene de la mano de los investigadores de la Universidad de Alicante que están participando en un proyecto nacional para transformar el alperujo, residuo resultante de la extracción del aceite de oliva, en un biocombustible de segunda generación.

El proyecto está dotado con un millón de euros, financiando por el ministerio y el Fondo Europeo de Desarrollo con fondos europeos hasta 2015.

La iniciativa la coordina Olax22 S. L., empresa de base tecnológica de la UA, y participan también el Instituto Universitario de Ingeniería Química de la UA, el centro tecnológico Agroalimentario de Extremadura y las empresas: Ingeniería Ballester & Catalá, Foradia S.A.L. e Inel S. L.

Para alcanzar sus objetivos se va a construir un reactor de pirólisis por extrusión, capaz de producir en continuo biofuel y carbón biológico a nivel industrial. De esta forma no sólo se erradican los problemas medioambientales que provoca el alperujo, sino que además el combustible va en la línea de proteger el medio ambiente de emisiones de CO2.