Olimerca.- Investigadores del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Andalucía, Ifapa, Alameda del Obispo (Córdoba) han encontrado variaciones genéticas relacionadas con la resistencia a la verticilosis en distintas variedades de olivo. Esta enfermedad, también conocida como ‘la Seca’, está causada por el hongo de suelo Verticillium dahliae que penetra en la planta a través de las raíces y tapona su sistema vascular marchitándolo.

Hasta el momento no se han encontrado tratamientos eficaces y rápidos para combatir su infección, por lo que identificar los genes que están implicados en la resistencia a la verticilosis ayuda en la creación de marcadores que faciliten el proceso de selección e identificación de nuevas variedades.

Durante su estudio, los investigadores observaron que hay múltiples genes implicados en la respuesta a la infección por V. dahliae e incluso diferentes mecanismos de respuesta. De esta forma, no se puede hablar solo de un gen que se encuentre en el olivo, sino de todo un conjunto de genes que se encargan de construir distintas barreras protectoras y que puede variar entre los distintos genotipos.

Identificar los genes que están implicados en la resistencia a la verticilosis ayuda en la creación de marcadores que faciliten el proceso de selección e identificación de nuevas variedades

Comparación de 77 genotipos
En el trabajo, titulado ‘Nucleotide diversity analysis of candidate genes for Verticillium wilt resistance on olive’ y publicado en la revista Scientia Horticulturae, los expertos compararon 77 genotipos (conjunto de genes de un individuo) procedentes del Banco de Germoplasma Mundial de Olivo (BGMO), localizado en el Centro Ifapa Alameda del Obispo. La mayoría de estos genotipos ya habían sido previamente evaluados para su respuesta a la verticilosis mediante inoculaciones artificiales en condiciones controladas y clasificados en función de su resistencia al hongo en diferentes categorías (extremadamente susceptible, susceptible, moderadamente susceptible, resistente y altamente resistente).

De esta manera, los investigadores han conseguido tener una variedad representativa de la especie O. europea. Así, han estudiado los genes de subespecies guanchica (típicos de las Islas Canarias), y cerasiformis (procedentes de la Isla de Madeira).

Los expertos analizaron las diferencias genéticas que había en regiones de 7 genes previamente conocidos con su implicación en los mecanismos de defensa de las plantas contra V. dahliae.

Tras las pruebas, los expertos señalan que los genes TLP1 y PFN2 han mostrado variaciones genéticas propicias para usarlas en futuros trabajos de selección. El primero, por su utilidad para diferenciar otras subespecies y el segundo, por estar potencialmente relacionado con la resistencia a la enfermedad. “Estos hallazgos revelan la necesidad de crear una colección amplia de genotipos, de diferente procedencia y con respuesta a la verticilosis bien caracterizada, con la que validar la utilidad de dichas variaciones genéticas, con la que validar la utilidad de dichas variaciones genéticas”, explica a la Fundación Descubre la investigadora de Ifapa y autora del estudio, Alicia Serrano Gómez.

Algunas de estas respuestas pueden ser barreras físicas, como la lignina, una sustancia que se encuentra en las paredes celulares y evita que el hongo penetre en la planta.

Aun así, los investigadores inciden en la importancia de realizar trabajos de evaluación en distintas condiciones antes de seguir profundizando en los estudios genéticos. “En otro trabajo que hemos publicado recientemente hemos observado cómo algunas variedades resistentes que se habían evaluado en cámaras de cultivo, resultaron ser susceptibles a la enfermedad en condiciones naturales”, comenta la investigadora.