Olimerca.- Un equipo de investigadores de la Escuela Politécnica Superior de Linares de la Universidad de Jaén y la Escuela Universitaria Politécnica de Ferrol de la Universidad de La Coruña ha desarrollado un sensor virtual basado en varios algoritmos de inteligencia artificial para predecir la concentración de hidrógeno en el gas combustible producido a partir de la gasificación de pellets de orujillo de oliva.

Así lo explican en el artículo titulado ‘A hybrid intelligent model to predict the hydrogen concentration in the producer gas from a downdraft gasifier’ y publicado en la revista International Journal of Hydrogen Energy, donde los expertos apuntan por otro lado que la producción de hidrógeno renovable mediante gasificación de pellets de orujillo es actualmente más asequible en términos de consumo de energía primaria frente a la producción electrolítica de hidrógeno. Este proceso de producción de hidrógeno a partir de energía eléctrica, denominado electrólisis, consiste en la separación del agua en sus elementos, hidrógeno y oxígeno, cuando se aplica una corriente eléctrica externa.

Al mismo tiempo, proponen la posibilidad del uso del orujillo para obtener hidrógeno, más allá de su empleo habitual como materia prima para producir energía eléctrica o térmica.

Es actualmente más asequible en términos de consumo de energía primaria frente a la producción electrolítica de hidrógeno

Para identificar su composición y las concentraciones de cada elemento, los investigadores utilizaron varios sensores físicos. “El gas producto se puede utilizar en aplicaciones energéticas como combustible gaseoso en motores de combustión interna, pilas de combustible o microturbinas, o incluso en síntesis química tras la separación de gases inertes como el nitrógeno”, indica Aguado.

Detectores a medida
Con el fin de generar este gas, los expertos emplearon pellets de orujillo. Este subproducto se obtiene de los restos del proceso de trituración de la aceituna: hueso, piel, restos de materia grasa, residuos y alpechines, y habitualmente se usa como combustible. “La gasificación es un proceso que convierte la biomasa sólida, en este caso orujillo, en un gas combustible a través de su oxidación parcial. Para ello, por razones económicas se emplea aire como agente oxidante. Aunque la gasificación con vapor de agua u oxígeno concentrado en lugar de aire origina un gas con mayor contenido energético denominado gas de síntesis, su producción conlleva un mayor coste”, especifica Aguado.

Tras este estudio, los expertos plantean la incorporación de nuevos modelos inteligentes para predecir los restantes componentes gaseosos del gas producto

Tras las pruebas experimentales, los investigadores proponen su uso para producir hidrógeno. “El objetivo es sacar más provecho y rendimiento a un subproducto como el orujillo que hasta ahora sólo se utiliza para la producción convencional de energía eléctrica o térmica. También se podría concentrar el hidrógeno y emplearlo como medio de almacenamiento de energía o como reactivo en la producción de compuestos químicos de valor añadido en la industria química, como el amoniaco, en la farmacéutica o en la alimentaria como, por ejemplo, con la hidrogenación de grasas”, apunta este investigador.

Este trabajo de investigación ha sido financiado por la Consejería de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Fondos FEDER, Ministerio de Universidades y la Consellería de Educación, Universidade e Formación Profesional de la Xunta de Galicia.