Olimerca.- A pesar de que Países Bajos no es un país productor de aceite de oliva, es reexportador de este producto, entre otros países a Bélgica, Emiratos Árabes Unidos o Alemania. La comercialización del producto mediante los grandes distribuidores se basa principalmente en la marca blanca, capaz de atraer a los consumidores por su buena relación calidad-precio. Así lo refleja un estudio de mercado realizado por ICEX España Exportación e Inversiones.

Las importaciones del producto en este país se encuentran en alza y en 2021 han aumentado un 14% respecto al año anterior. La comercialización nacional del aceite de oliva también está en alza, ya que los consumidores están sustituyendo poco a poco la tradicional mantequilla o margarina para cocinar y grasas vegetales de otros tipos por el aceite de oliva.

En cuanto a la demanda, Países Bajos importó 24.000 toneladas de aceite de oliva en 2020, por un valor de unos 92,1 millones de euros. Estos datos le sitúan como el séptimo importador de aceite de oliva en Europa y, sin embargo, no se corresponden con la totalidad de la demanda nacional ya que, de las 24.000 toneladas de aceite de oliva importado, unas 5.000 toneladas se reexportaron. 

Destaca también el incremento del consumo de aceite de oliva por hogar en Países Bajos que entre los años 2016 y 2021 es del +30,90%. Se prevé que la demanda siga creciendo aún más, a un ritmo estable en el periodo 2021-2027.

Países Bajos importó 24.000 toneladas de aceite de oliva en 2020, por un valor de unos 92,1 millones de euros

Calidad-Precio
En Países Bajos relación calidad-precio es un factor decisivo en el proceso de compra del consumidor neerlandés. En la gama de productos dirigida al gran consumo reinan los productos de marca blanca, mientras que en los productos delicatessen se tiene más en cuenta el origen específico, sabor y otras características del producto.

Las perspectivas de crecimiento para el sector del aceite de oliva son positivas. Los grandes comercializadores del producto se centran cada vez más en el marketing y las campañas de comunicación en torno a los beneficios saludables del producto, en respuesta a la creciente demanda de los consumidores de tener un estilo de vida más sano. 

Se prevé un aumento de la venta de marcas blancas como consecuencia de la polarización del mercado y del acceso de nuevos competidores. Aprovechando la sensibilidad al precio que tiene el consumidor neerlandés, las grandes marcas aumentarán su compra de aceites de países del norte del África con costes de producción más reducidos, como Túnez, en busca de producto orgánico más barato que puedan vender a precios similares a sus aceites tradicionales.

La innovación en el producto, así como la comunicación de valores más saludables y respetuosos con el medio ambiente marcarán la diferencia en la comercialización de los productos en los próximos años.