Olimerca.- A escasos días de que den comienzo las vacaciones de Semana Santa, el mercado del aceite de oliva apenas si registra cambios respecto a las semanas anteriores. De hecho, la última semana del mes de marzo no ha deparado ninguna sorpresa en la evolución de los precios ni en el comportamiento de la oferta y la demanda.

Con los datos que se conocen de existencias de aceite de oliva a finales de febrero, tanto en manos de envasadores (212.100 toneladas) como de productores (552.000 toneladas), se ha impuesto la prudencia del lado de los industriales y la tranquilidad en la producción.

Las estadísticas de los meses de enero y febrero reflejan claramente una caída del consumo de aceite de oliva, tanto en el mercado interior como exterior, aunque si bien es cierto que ahora las actuaciones que predominan son las importaciones de aceite de oliva en régimen de TPA, estimándose un volumen muy próximo a las 50.000 toneladas.

A la hora de evaluar qué puede pasar en los próximos meses son muchos los que opinan que en estos meses de abril y mayo no habrá demasiadas variaciones en los precios, dado que las miradas estarán puestas en el cultivo y la floración para evaluar cómo puede ser la próxima cosecha. Aunque tampoco sería extraño que a partir de junio podamos volver a asistir a repuntes de precios, a medida que nos aproximemos al final de la campaña y se vean las existencias disponibles para el enlace de la campaña.