Olimerca.- Andalucía debe mantener una visión estratégica e invertir en optimizar la olivicultura con el objetivo de conservar su competencia a nivel nacional e internacional. Así lo revela un estudio realizado por Juan Vilar Consultores Estratégicos, por iniciativa de Suez Agriculture, sobre la olivicultura en el ámbito andaluz, en el que ha analizado la necesidad de un modelo irrigado, eficiente y sostenible.

Según este informe, la región andaluza debe optar por una transformación del olivar hacia cultivos intensivos, irrigados, sostenibles y más eficientes que los cultivos tradicionales. El olivar debe progresar, mejorando y modernizando las labores agrícolas para poder obtener la mayor rentabilidad de sus cultivos.

Señala que hay que tener en cuenta que los recursos hídricos son muy limitados en Andalucía, por lo que deben ser administrados lo más eficientemente posible si se quiere aumentar el porcentaje de explotaciones olivareras irrigadas.

La transformación del olivar se debe basar en el equilibro entre la sostenibilidad y el beneficio económico de los agricultores

Asimismo, con el fin de mejorar la sostenibilidad y eficiencia del sector oleícola andaluz, el informe destaca que se debe actuar de una forma planificada y estratégica, buscando mejorar la producción del olivar al mismo tiempo que se aplican métodos más sustentables y respetuosos con el medio ambiente.

Para ello, se deben evaluar las condiciones y características del olivar y aplicar los métodos y estratégicas más adecuados al terreno, ya que la sostenibilidad en el olivar es esencial si se quiere garantizar la pervivencia del cultivo y su entorno.

Otra de las conclusiones de este estudio es que la transformación del olivar se debe basar en el equilibro entre la sostenibilidad y el beneficio económico de los agricultores, por lo que la formación de los agricultores andaluces en prácticas más eficientes y respetuosas con el medio ambiente resulta de gran importancia para que guíen la conversión de sus explotaciones olivareras adecuadamente.

Por último, destaca que las instituciones públicas deben apoyar y fomentar la transformación del olivar para garantizar que los agricultores llevan a cabo la conversión. Además, deben asegurar que los agricultores guían la transformación del olivar hacia explotaciones respetuosas con el medio ambiente, sostenibles y eficientes.