Olimerca.- Después de más de 40 años sin cambios significativos, el Consejo de Ministros de la pasada semana ha aprobado la nueva norma de calidad de los aceites vegetales, que actualiza la vigente reglamentación técnico-sanitaria sobre estas grasas comestibles en vigor desde 1983. Esta esperada revisión responde a la necesidad de adaptar la normativa a la realidad actual del sector y a las nuevas demandas de los consumidores.

La nueva norma, aprobada el pasado 30 de abril, preserva el uso de los términos virgen y virgen extra exclusivamente para el aceite de oliva, tal como establece la norma de calidad de estos, vigente desde el año 2021; mientras que se prohíbe la mezcla de los aceites vegetales con aceites de oliva.  

Principales novedades  

El nuevo texto legislativo, desarrollado con un alto grado de consenso entre las autoridades competentes de las comunidades autónomas y los representantes del sector, abre el reconocimiento de aceites vegetales a nuevas materias primas –hasta ahora limitadas- a ocho refinadas (soja, girasol, cacahuete, algodón, germen de maíz, colza, cártamo y pepita de uva), lo que generaba una clara desventaja competitiva para la industria española frente a productos elaborados en otros países de la Unión Europea (UE). 

Asimismo, permite la producción en España de aceites elaborados a partir de cualquier fruto o semilla autorizada para uso alimentario en la UE, como el aguacate o la nuez y, por primera vez, se podrán elaborar y comercializar aceites vegetales obtenidos mediante procedimientos mecánicos (aceites de presión), que conservan mejor el aroma y sabor natural del fruto o semilla. 

También se introducen mejoras en el etiquetado. Ahora los productos deberán identificarse claramente como “aceites de presión” o “aceites refinados” y, en el caso de las mezclas, se deberá mencionar si alguno de los componentes ha sido refinado. Además, se podrán incluir menciones voluntarias como alto oleico o medio oleico cuando proceda. 

La normativa recién aprobada también introduce nuevos parámetros y métodos de análisis para evitar fraudes, garantizar la autenticidad del producto y proteger al consumidor.