Olimerca.-  El mercado del aceite de oliva en la última semana del mes de mayo apenas si ha registrado variación con respecto a la semana anterior. Ni la llegada de las lluvias, que tan buenos efectos puede tener en aquellos olivos que superaron la ola de calor del mes de abril, ha sido suficiente para cambiar un ápice la posición de gran firmeza vendedora de los grandes grupos cooperativos.

Aquellas bodegas que tienen todavía algunas partidas de aceite de oliva se han cerrado en banda a vender y ni siquiera abren la puerta a negociar la salida de sus mejores AOVE. A estas alturas de la campaña, no sólo queda poco aceite en los depósitos, sino que la calidad de estos comienza a resentirse, y aquel que tiene algunas partidas lo guarda como oro en paño a sabiendas que cada semana que pasa su bodega tiene más valor y más pretendientes.

Los industriales envasadores, a pesar de que intentan mantener la calma y no provocar más tensión en el mercado, cada día tienen más dificultades para poder cubrir sus necesidades de aceites de gran calidad. A esto se une que España es hoy por hoy el gran tenedor donde todavía queda algo de aceite para afrontar la segunda parte de la campaña, con lo que complica aún más la operatividad, tanto de operadores nacionales como extranjeros

La situación es tan dramática que ya hay opiniones del propio sector que estima que nos enfrentamos a un desabastecimiento de aceites extras en los últimos meses de campaña.

Y por último, un nuevo dato a tener en cuenta. Ya se están negociando y cerrando las primeras operaciones de compra-venta de aceite de oliva virgen extra de cosecha temprana en Portugal para retirada octubre y noviembre, por el que se han cerrado operaciones en el entorno de 6.300-6.400 €/Tm.