Olimerca.- “Más allá de los kilos de aceituna que se recojan, lo que preocupa este año a los olivareros es que, a los altos costes de producción que ya tenían, hay que sumarlos el último incremento de los carburantes y el utillaje, que ponen en riesgo la rentabilidad de muchas explotaciones”. Así lo asegura el presidente de Asaja Castilla-La Mancha, José María Fresneda, que añade que “el temor del sector está en los posibles robos que se puedan producir. Con los precios del aceite de oliva disparados, el valor de las aceitunas destinadas a la molturación cotiza al alza, y se convierte en un objetivo para los amigos de lo ajeno”.

Por eso, desde la organización agraria han pedido a la Administración que se aumente la vigilancia para evitar los robos en las explotaciones olivareras, tal y como trasladaron al delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, Francisco Tierraseca, en la última reunión mantenida. “Es imprescindible la seguridad en las explotaciones y en los puntos de recogida, así como un control exhaustivo de la trazabilidad de las partidas de aceitunas hasta que llegan a las almazaras”, ha explicado el presidente.

Producción
Asaja Castilla-La Mancha ha realizado una primera estimación de la campaña de aceituna que, según los técnicos de la organización, será una cosecha corta comparada con una campaña normal, entre un 20 y un 30% menos, aunque se estima entre un 10 y un 15% más de producción que el pasado año, cuando apenas se obtuvieron 66.655 toneladas de aceite de oliva en la región.

Asaja ha pedido a la Administración que se aumente la vigilancia para evitar los robos en las explotaciones olivareras

Aunque la climatología será la que marque el inicio y generalización de la recogida de aceituna, que se espera que se produzca a mediados del mes que viene, ya ha comenzado el verdeo en algunas comarcas, en una campaña que se presenta muy desigual en cuanto a producción y calibres. El olivar de regadío comenzará a recogerse antes, mientras que los agricultores de secano confían en que llueva para mejorar los rendimientos y el calibre del fruto, tal y como están haciendo las precipitaciones de los últimos días.

Producción provincial
La campaña olivarera en Albacete se presenta con optimismo tras las últimas lluvias. Municipios de la Sierra de Alcaraz, como Bienservida o Villapalacios, han mejorado las expectativas y esperan que se incremente la cosecha entre un 20 y un 25% con respecto al pasado año, cuando se obtuvieron cerca de 8.500 toneladas de aceite.

En Ciudad Real, los agricultores se están encontrando con una situación muy desigual, dándose casos en los que, en un mismo polígono e incluso parcela, encuentran árboles cargados de fruto, mientras, en otros, se observa muy poca aceituna. Se espera que unas producciones unas compensen con otras y se alcancen entre 40.000 y 43.000 toneladas de aceite, algo más que el año pasado.

En cuanto a Cuenca, se espera una cosecha normal, mejorando así las malas cifras del pasado año que rondaron las 2.400 toneladas de aceite. Se calcula que se alcanzarán unas 4.000 toneladas de aceite con buena calidad. Aunque cada vez más agricultores cosechan en verde, será en el plazo de un mes cuando se generalice la campaña en esta provincia, sobre todo, en La Alcarria, la comarca con más producción de la provincia.

Por su parte, Guadalajara, la provincia con menos producción de la región, también espera mejorar algo las cifras del pasado año que se situaron en apenas 736 toneladas. Según las estimaciones de los técnicos, aumentarán entre un 10 y un 15% con respecto a la última cosecha, pero descenderán entre un 40 y 50% si se compara con una campaña normal.

Por último, en Toledo se espera que la producción suba ligeramente con respecto a la del año pasado. Los técnicos de la organización estiman entre 19.000 y 21.000 toneladas de aceite. El año pasado la cosecha fue de 18.000 toneladas. En todo caso, quedaría muy lejos de las cifras de una campaña media, que están en torno a las 37.000 toneladas.