Flor de almendro.

Olimerca.- En los últimos años la agricultura española está viviendo una auténtica revolución con la irrupción de las nuevas plantaciones tanto de olivos como de almendros, principalmente bajo el modelo de cultivo intensivo y superintensivo. Un auge provocado sobre todo por el buen comportamiento de los precios, principalmente en la almendra.

Uno de los elementos dinamizadores del cultivo del almendro es que las plantaciones de Estados Unidos no son suficientes para cubrir la creciente demanda que se genera en este país, por lo que España se ha convertido en todo un referente de almendra de calidad.

En este contexto, nuestros agricultores están encontrando en este modelo de negocio una alternativa a otros cultivos como el girasol o incluso el olivar, lo que sin duda es bueno para frenar de algún modo la presión de nueva oferta sobre el comportamiento de los precios en origen.

Según se recoge en la última Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE) del año 2019 realizada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, entre los meses de junio y septiembre de 2019, el grupo de los cultivos leñosos han aumentado en su conjunto un 1,15% su superficie, destacando especialmente el aumento progresivo en los últimos años del almendro y el pistacho.

Concretamente, el almendro supone ya en España un total de 822.878 hectáreas, incluyendo almendros abandonados o no destinados a comercialización, lo que supone un aumento del 2.74%, frente a una superficie de olivar que supera en España las 2.7 millones de hectáreas, y que en este periodo analizado de 2019 supone un aumento del 1.34%.

Detalle de los principales cultivos leñosos

ALMENDRO: Secano 569.637;  Regadío 130.519;  Total 700.156

OLIVAR (OL): Secano 1.896.133;  Regadío 837.488; Total 2.733.620