Olimerca.- Un futuro convulso se aproxima al sector de la alimentación en Europa, donde el aceite de oliva y el aceite de orujo pueden ser grandes damnificados. El problema de los residuos de MOSH y MOAH está adquiriendo una dimensión de gran tamaño, dado que la legislación comunitaria está yendo por delante de los avances científicos, que son los que realmente deben de evidenciar el riesgo o no de estas sustancias en los aceites y alimentos.
Hay que recordar que los MOSH (Mineral Oil Saturated Hydrocarbons) son hidrocarburos saturados de aceites minerales, mientras que los MOAH (Mineral Oil Aromatic Hydrocarbons) son hidrocarburos aromáticos, ambos de tipo aceite mineral. Los MOAH son considerados más peligrosos que los MOSH debido a su supuesto potencial efecto genotóxico, aunque todavía no hay evidencias científicas y se les consideren como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) sin serlos estrictamente. Además, el propio método de análisis presenta un alto nivel de incertidumbre.
La espada de Damocles está a la vuelta de la esquina dado que la DG Santé quiere aprobar el próximo mes de noviembre la norma y que se aplique también a los aceites crudos, en este caso a los lampantes y orujo crudo
En este contexto, en el marco de Expoliva, tuvo lugar una mesa redonda organizada por FOSS en la que se habló de la actual problemática y que contó como ponente principal con Wenceslao Moreda, Investigador Científico del Instituto de la Grasa de Sevilla.
En palabras de Moreda, el problema de los MOSH y los MOAH arranca desde el 2022 cuando la Comisión publicó una recomendación y la DG Santé empezó el proceso para incluir un límite en el Reglamento 2023/915. Se quieren incluir límites para los MOAH y una recomendación para los MOSH.
Los límites que se quieren imponer para los MOAH son:
• Para los aceites de oliva vírgenes y compuesto, hasta 4 miligramos/kg en el 2027 y menor de 2 miligramos/kg en el 2028
• Para el aceite de orujo se exigirá menos de 10 miligramos/kg en 2028, 5 miligramos/kg en el 2029 y 2 miligramos/kg en el 2030
Siempre se había achacado la presencia de estos compuestos a la contaminación con lubricantes, pero cuando esto ocurre las concentraciones de estos compuestos son muy altas. Para poder hacernos una idea, Moreda puso el ejemplo de que 5 gr de un lubricante de tipo alimentario en una tonelada de orujo crudo arroja como resultado una concentración de 150 miligramos/kg de MOSH.
De ahí de la importancia de controlar exhaustivamente toda la maquinaria que utilizan aceites minerales, además de otros productos como fitosanitarios, pesticidas, etc que se utiliza tanto en el campo como en la recogida de la aceituna y la elaboración del aceite de oliva y orujo de oliva.
De ahí de la importancia de controlar exhaustivamente toda la maquinaria que utilizan aceites minerales, además de otros productos como fitosanitarios, pesticidas, etc
La espada de Damocles está a la vuelta de la esquina dado que la DG Santé quiere aprobar el próximo mes de noviembre la norma y que se aplique también a los aceites crudos, en este caso a los lampantes y orujo crudo.
Esto va en contra de todos los considerandos de los Reglamentos de contaminantes ya que se aplican a productos comestibles, no siendo este el caso de los aceites de oliva lampantes y los orujos crudos que son sólo para uso técnico o para refinación según el Reglamento del COI. El trámite se realizará a lo largo de 2026 para que se aplique en el 2027.
En las discusiones que se tienen en los grupos de expertos de la DG Santé, España se ha quedado sola en la propuesta de posponer esta medida en la UE (Italia y Grecia no se han manifestado en contra).
El evento no solo fue una plataforma para la presentación de los avances de INNOVACIÓN tecnológica NIR, impulsados por FOSS, sino también un espacio de Networking donde se dieron cita más de 50 profesionales del sector oleícola, desde productores, envasadores, laboratorios hasta investigadores, todos comprometidos con la mejora continua de la calidad del aceite de oliva. Entre los asistentes se encontraban representantes de DCOOP, Jaencoop, OLEOESTEPA, CSIC, AGRAMA, INDLAB, MIGASA, SOVENA, DEOLEO y otras entidades clave en la industria, quienes intercambiaron ideas y establecieron conexiones valiosas.
Representantes del sector cooperativo de aceites de oliva presentes en esta charla manifestaron la necesidad de que el Gobierno de España adopte una postura en defensa de la paralización de este proceso, dado que la clase política está yendo más rápido que la ciencia y la investigación, con el consiguiente daño económico que supondría para el conjunto del sector de la alimentación.