Olimerca.- El comienzo del mes de agosto y las generalizadas vacaciones que muchas empresas cogen en este mes no está ayudando a aliviar la tensión que viven los principales operadores de la cadena de valor del aceite de oliva.

La oferta sigue muy preocupada por la evolución del cultivo del olivar, muy afectado por la prolongada sequía de muchos meses, y sobre todo miran con preocupación como cada semana merman las existencias de aceite en sus bodegas y como van a afrontar el inicio de la nueva campaña el próximo mes de octubre.

Es tal la preocupación que hay en el sector que algunas almazaras se están planteando abrir sus instalaciones e iniciar la recolección de la aceituna temprana en septiembre, dado que las condiciones climáticas este año han provocado una maduración precoz de la aceituna.

Mientras tanto la demanda sigue haciendo cábalas sobre los volúmenes de aceite que se podrán obtener en la próxima cosecha y su posible incidencia en la evolución de los precios:

  • Con una producción menor a 700.000 Tm es muy probable que los precios se sitúen por encima de los 7.000 €/Tm hasta octubre 2024.
  • Con una producción entre 700.000 y 800.000 Tm, los precios hasta octubre 2024 pueden mantenerse entre los 5.000-6.000 €/Tm para los lampantes y 6.000-7.000 €/Tm para los extras.
  • Sólo una producción superior a 800.000 Tm nos llevaría a un escenario, siempre a partir de octubre 23, con precios inferiores a los actuales.

Por último, aquellas empresas envasadoras que deban acudir al mercado en las próximas semanas saben que con cada operación, inevitablemente, se reflejará en una nueva subida de los precios ofertados

En el caso del virgen extra, se agudiza la escasez y el panorama parece que continuará, en las próximas semanas, por lo que aumentan las dudas de que se puedan disponer de las cantidades necesarias para el abastecimiento en el enlace entre campañas, un problema que no solo afecta a España, sino que se ha convertido en un problema a escala global.