Olimerca.- Un año más, Castillo de Canena presenta su edición limitada, en este caso la número XVI, de su icónico AOVE Primer Día de Cosecha, en sus dos variedades, Arbequina y Picual.

En esta ocasión, ha contado con la colaboración de Matías Prats, para el diseño de su etiqueta, pues consideran que el periodista está muy en sintonía con la filosofía de Castillo de Canena “por ser la imagen viva de un legado familiar excelente, del esfuerzo y la perseverancia profesional y del trabajo bien hecho a lo largo de los años”.

Según Francisco Vañó, director general de la compañía y siempre mirando hacia los problemas derivados del cambio climático, la compañía mantiene su apuesta firme por la sostenibilidad y la protección medioambiental, recuperando el equilibrio natural y la diversificación de su ecosistema.

I+D+i
Para la elaboración de sus aceites extra vírgenes, Castillo de Canena sigue invirtiendo año tras año en el campo de la I+D+i, utilizando sistemas de visión artificial para seleccionar las mejores aceitunas y trabajando en el plano de la agricultura de precisión. Así, de forma científica y utilizando la tecnología más moderna la compañía comprueba –en tiempo real- la situación fisiológica de sus olivos y sus diferentes necesidades durante todas las estaciones. Además, la agricultura de precisión les permite determinar el día exacto de comienzo de la cosecha de cada varietal, ni antes ni después.

“En Castillo de Canena llevamos produciendo desde 2003 zumos tempranos equilibrados y con un correcto balance. Para ello, es crítico el determinar con exactitud el momento exacto en el que se cosechan los distintos pagos que se han ido seleccionando a lo largo de los meses previos. Tan negativo es precipitarse como retardar la recolección. Con esta recolección temprana de las aceitunas, conseguimos unos aceites vírgenes extra más intensos, así como un aumento en la cantidad de compuestos fenólicos y en el porcentaje de ácido oleico que contienen”, ha explicado Francisco Vañó.