Olimerca.- Según las previsiones realizadas por Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, tras consultar con diversos técnicos de las zonas productoras de aceite de oliva, la cosecha española se puede ver reducida en más de un 40% respecto a la campaña anterior. En cifras, estaríamos hablando de unas 918.000 toneladas frente a casi 1,5 millones de toneladas producidas en 2021/22.

La causa, las elevadas temperaturas, las olas de calor y las bajas precipitaciones, especialmente en las cuencas del Guadiana y Guadalquivir, a lo que se le suma una disminución radical de las reservas hidráulicas y unos elevados índices de sequía agudizados en el mediterráneo occidental de manera especial.

Regiones 
Por regiones, Andalucía se podría quedar con una cosecha de en torno a 700.000 toneladas frente a 1.151.394 tn de la temporada anterior. En otras zonas productoras como Murcia o la Comunidad Valenciana, las mermas de la cosecha podrían ser de hasta el 85%; en Extremadura la previsión de disminución es del 70%; y Cataluña en torno al 50%. En definitiva,” una cosecha prevista desastrosa derivada de las condiciones climatológicas que a partir del mes de junio afectaron a la floración y cuajado de la oliva”, aseguran desde la organización agraria.

Asimismo, destaca que, teniendo en cuenta el contexto de altos costes de producción que se están dando, a muchos agricultores no les compensa la recogida de la aceituna.

Andalucía se podría quedar con una cosecha de en torno a 700.000 toneladas frente a 1.151.394 tn de la temporada anterior

En cuanto a comercialización, las cifras superan la media de las cuatro campañas anteriores, con un promedio de 1.394.400 toneladas, marcado por un fuerte incremento del mercado interior, un 13% más que en la campaña anterior, y 4% en las exportaciones. Este escenario deriva unas existencias que superan en un 9% la campaña anterior, aunque se mantiene por debajo de las existencias medias de las cuatro campañas anteriores.

Respecto a precios, Unión de Uniones, de acuerdo a los datos analizados, señala que se registran incrementos en todas las categorías en el periodo analizado (semana 33/2022: 15 al 21 de agosto) y referidos al aceite de oliva virgen, virgen, lampante y refinado que se sitúan en torno a los 370,78 €/100 kg para el virgen extra o los 349,71 €/100 kg.

Se trata de incrementos de precios que se sitúan en una banda de entre el 15 y el 20% más respecto a las cifras de 2020/21 que, sin embargo, no logran cubrir los costes de producción que se han visto incrementados en un 30% en el último año y que tiene previsto que sigan aumentando según va avanzando la campaña.

Las estimaciones de Unión de Uniones para la aceituna de mesa apuntan a una producción que, en el escenario más negativo, puede alcanzar las 436.000 tn o bien llegar a las 500.000 a nivel nacional

Por lo que respecta al escenario internacional, Unión de Uniones se muestra satisfecha ya que los precios son superiores respecto a los principales países productores, Grecia y Túnez, pero en la categoría de aceite de oliva virgen extra, el italiano sería casi un 18% superior.

Aceituna de mesa
En cuanto a la previsión de aceituna de mesa, Unión de Uniones prevé una merma productiva respecto a la campaña pasada, debido al agotamiento del cultivo derivado de la elevada cosecha pasada y a las consecuencias del grave déficit hídrico acumulado. Asimismo, a esto hay que sumarle el incremento de los costes de la recolección manual y la falta de mano de obra, que hace inviable la recogida de la aceituna en muchas explotaciones de baja productividad.

Las estimaciones de esta organización agraria apuntan a una producción que, en el escenario más negativo, puede alcanzar las 436.000 toneladas o bien llegar a las 500.000 toneladas a nivel nacional, lo que supondría una reducción de entre el 34% y el 24% respecto a la campaña 2021/22, donde se alcanzó una cosecha de 659.000 toneladas de aceitunas de mesa. 

Por otra parte, los datos señalan que el stock de enlace de la campaña actual, se sitúa en torno a las 400.000 toneladas, lo que puede permitir menos tensiones comerciales y desequilibrios ante el previsible descenso de la cosecha.