Aceituna temprana

Olimerca.- Una semana más el mercado del aceite de oliva vuelve a mostrar signos de inestabilidad de los precios en origen. Del 6 al 11 de noviembre la tónica general de las operaciones, por cierto muy escasas, se han movido en un contexto de ofertas por debajo de los precios de la semana anterior, que se consolida a medida que la industria envasadora mantiene un clima de tranquilidad.

La mayor oferta de aceite, tanto nuevo como viejo, coincide con una demanda muy controlada que es lo que está provocando una bajada condicionada de precios en origen. Si habitualmente, cuando hay mucho aceite disponible en el mercado los plazos de pagos y las entregas del aceite se pueden aplazar dos o tres meses, ahora las ofertas en este momento se hacen con ajustes a la baja en los precios, pero con retirada inmediata. No hay opciones de comprar a precios actuales para retiradas a futuro.

Lo más importante sería evitar los dientes de sierra e intentar sostener el precio en un nivel razonable y estratégico, tanto para el propio sector como para el consumidor

Y es que uno de los problemas actuales de la industria envasadora es que no hay liquidez para comprar cantidades que excedan la necesidad inmediata, los compradores van al día sin ganas de acaparar aceites.
Tanto la industria envasadora como la gran distribución están ralentizando sus compras, intentando ajustar sus niveles de stocks con la menor demanda de aceite envasado en el mercado nacional y en el mercado exterior.

En el lineal se observa ya que el PVP  ha tocado techo en los 9,25€/litro para la categoría del aceite de oliva virgen extra. Ahora habrá que estar pendiente de las nuevas revisiones que se puedan producir en los meses de diciembre y enero del próximo año.

Llegados a este punto de la campaña actual es importante pararse a analizar cómo el sector va a gestionar los consiguientes precios a la baja que pueden mantenerse durante algunos meses, y sobre todo conseguir el equilibrio entre oferta y demanda en base a la escasa disponibilidad, un año más.

Lo más importante sería evitar los dientes de sierra e intentar sostener el precio en un nivel razonable y estratégico, tanto para el propio sector como para el consumidor.