Olimerca.- La cuarta semana del mes de mayo se va a cerrar en el mercado del aceite de oliva con un ambiente de mucha más tranquilidad y con un ajuste de precios a la baja para la categoría del aceite de oliva lampante o para refinar, tras la vorágine alcista y muy especuladora que se pudo ver y comprobar durante la celebración de Expoliva.

La llegada de importantes lluvias a prácticamente a toda Andalucía y otras zonas del territorio nacional, con volúmenes que han superado en ocasiones los 70 litros, sin duda que ha generado un alivio entre los agricultores y los productores de aceite de oliva. No obstante, no podemos decir que el problema de la sequía se haya acabado. Ni mucho menos. Tan sólo podemos decir que esta agua ha venido muy bien para aliviar el estrés hídrico que sufría el olivar desde hace muchos meses, pero tan sólo eso.

Todavía nos quedan cuatro meses de incertidumbre y de cábalas para ver como va a venir la cosecha en España. De momento, respecto al año anterior, hemos tenido un mes de mayo más suave y las dos primeras semanas del mes de junio apuntan a que se mantendrán el ambiente húmedo con temperaturas más acordes con las fechas en las que estamos. De esta forma 

En este contexto, y a la espera de ver cómo se recupera el olivo es muy difícil hacer estimaciones de cosecha. En estos momentos es más importante evaluar como vamos a gestionar las existencias actuales hasta el 1 de octubre, y sin duda los industriales envasadores se verán obligados a rebajar sus disponibilidades de aceite en sus bodegas ante la escasez de oferta por parte de la producción.

Por último, aunque esta semana las cotizaciones de los aceites lampantes han cedido hasta los niveles de los 5,60€/kg, frente a los casi 5,80€/kg de la semana anterior, la opinión general de todo el sector es que no hay margen para que estos precios sufran nuevos ajustes a la baja. Todo va a depender de cómo se comporte el tiempo en los próximos meses y si tenemos la suerte de que vuelva a llover de cara a septiembre.