Aceite nuevo

Olimerca.- Una gran satisfacción está circulando en el conjunto del sector productor de aceite de oliva, tanto por el lado de las almazaras industriales como de cooperativas, tras conocerse ayer que la Comisión Europea ha dado el visto bueno a la apertura del almacenamiento privado.

Con esta medida, los precios en origen se están posicionando en una línea de mayor firmeza y con la tranquilidad que genera saber que estos aceites que se retirarán en los próximos meses, posiblemente pueden pagarse algo mejor a su salida al mercado, tal y como sucedió en la última retirada de aceites en España.

Ahora, toca negociar con Bruselas que permita retirar en mayor medida aceites de inferior calidad, de la pasada campaña, como lampantes y vírgenes, y en menor medida los de máxima calidad como los extras nuevos. Y sobre todo la cuestión clave es conocer durante qué periodo se van a guardar estos aceites, para que la oferta pueda organizar sus disponibilidades en el corto plazo.

Sin lugar a dudas que esta decisión ha venido respaldada por la imposición del arancel del 25% a los aceites de oliva envasados en nuestro país, y que los precios en origen estaban ya en situaciones límites.

Aunque esta medida supone un alivio para nuestro sector, ahora se trata de que los políticos comunitarios y de Estados Unidos se sienten en la mesa a negociar: primero la supresión de los aranceles, y si no fuera posible, al menos la reducción de los mismos.

¿Qué alternativas tenemos?

Según opina Joseph Profaci, Director Ejecutivo de la NAOOA, “a pesar de los nubarrones que acechan a los aceites de oliva envasados españoles en Estados Unidos, todavía hay salidas que podemos abordar:

  1. Si los aranceles son innegociables, buscar una rebaja de los mismos
  2. Prolongar las negociaciones durante algunas semanas para proteger a las empresas y aceites que ya se encuentran viajando con destino a Estados Unidos. y al mismo tiempo que en ese proceso negociador se pueda encontrar acuerdos menos gravosos
  3. Que los envasadores busquen soluciones imaginativas en el etiquetado de sus aceites de oliva para sortear los aranceles. Entre las posibles salidas, podría ser la venta de aceites infusionados, que pueden comercializarse como condimentos.
  4. Llegar a acuerdos con envasadores de EE.UU para envasar el producto allí