Presentación del informe.

Olimerca.- La comercialización de aceite de palma certificado como sostenible (con certificación Roundtable on Sustainable Palm Oil, RSPO, denominado CSPO) para su uso en alimentación, ha registrado un importante crecimiento en los últimos años. En 2016 era del 23,7%, al año siguiente alcanzaba el 29,9% y en 2018 lleva ritmo del 43,7%. Así se desprende del último ‘Informe Económico del Aceite de Palma en España 2018’ elaborado por Arum, consultora especializada en el comercio exterior de productos agroalimentarios y presentado por la Fundación Española del Aceite de Palma Sostenible.

En cuanto al aceite de palmiste, los porcentajes fueron 14,9% como CSPO en 2016, un porcentaje que se mantuvo estable en 2017 y que lleva camino de alcanzar el 18% este año. Según este informe, la razón por la que el palmiste va un poco más retrasado es porque la prima de sostenibilidad tiene un mayor coste que la de la palma.
Asimismo, indica que esto no significa que el resto de aceite de palma o de palmiste no sea sostenible. Lo que refleja es que no está certificado como tal.

Según la propia Fundación, actualmente, todo el aceite de palma que se importa en España es trazable hasta la fábrica del país de origen en donde se ha producido, y aunque no venga con la certificación RSPO, en muchos casos las empresas vendedoras cuentan con políticas propias de ‘No deforestación’, ‘No siembra en humedales (peat-lands)’ y ‘No explotación laboral’. En este sentido, existen otras entidades y ONGs como The Forest Trust (TFT) que controlan la trazabilidad de la materia prima.

Respecto a la sostenibilidad, hay que tener en cuenta que el 100% del aceite de palma utilizado en biocombustibles está certificado por el esquema ISCC aprobado por la UE a través de la Directiva de Energías Renovables.

Consumo en España
Por primera vez, este informe hace referencia al consumo real de aceite de palma en la alimentación en España. La estimación lo sitúa en 3,32 kg al año (9,09 g/día por persona), teniendo en cuenta la proporción habitual utilizada y los tipos de productos en los que está presente. Cabe destacar, además, que también hay un consumo de 0,45 kg al año de aceite de palmiste (1,23 g/día por persona).

En términos absolutos, en España hay un consumo anual de aceite de palma en alimentación de 154.814,42 toneladas de aceite de palma, y de 20.976,75 toneladas de aceite de palmiste.

En cuanto al análisis de importaciones y exportaciones de aceite de palma en España, según datos de DATACOMEX, en 2017 se importaron más de 1,9 millones de toneladas, principalmente procedentes de Indonesia (el 72,2%), Malasia (12,2%) y Colombia (6,2%), que acumulan más del 90% del total. Este dato supone un incremento del 27,3% en volumen respecto a los datos de 2016, cuando se importaron algo menos de 1,5 millones de toneladas.

La principal aplicación del aceite de palma en España es industrial (biocombustible), donde se destinan 1.535.501,9 Tm, que equivalen al 83% del total de importaciones. La segunda aplicación es para la industria alimentaria, con 190.302 tn, es decir, el 10,3%. De esta cifra de uso alimentario, 169.325.55 tn se imputan al aceite de palma y el resto, 20.976,35 tn, al de palmiste. Por último, el uso de la industria oleo química y para alimentación animal es de 123.788,7 tn, el 6,7% restante.

A partir de estas cifras, el informe también estima el aceite de palma que se utiliza como ingrediente en los productos transformados. A tal efecto, se analizan los subsectores que utilizan este ingrediente de manera significativa, teniendo en cuenta sus importaciones y exportaciones. Este ejercicio permite acercarnos al consumo real en España como ingrediente alimentario, que se sitúa en 9,09 g por persona/día.