Olimerca.- El aceite de oliva virgen extra amparado por la Indicación Geográfica Protegida de Toscana se reducirá entre un 20 y un 25% esta campaña, según las primeras estimaciones. Aun así, desde el Consorcio para la Protección del AOVE IGP de Toscana aseguran que la calidad no se verá mermada.

Aseguran que esta situación se debe a que las lluvias de mayo bloquearon la polinización, lo que hizo que el número de frutos sea menor, a lo que se une la sequía y los fenómenos extremos con numerosas granizadas.

Aun así, aseguran que se trata de una estimación mejor que la del escenario europeo, ya que, en países como España, Túnez y Grecia, la caída será mucho más marcada y, por tanto, destinada a tener repercusiones en los precios a gran escala.

Según el presidente del Consorcio para la Protección del Aceite de Oliva Virgen Extra IGP de Toscana, Fabrizio Filippi, “es una temporada de luces y sombras. La excelente floración de abril había creado las condiciones adecuadas para luego chocar con las abundantes e insistentes lluvias de mayo y junio que, por un lado, recargaron las reservas de agua del terreno, por otro, no facilitaron una distribución homogénea y generalizada de la polinización, con la transición de flor a fruto que también fue muy deficiente en muchas zonas”.

Añade que “luego llegó el calor abrasador y persistente de julio y agosto que provocó un mayor estrés en las plantas que comenzaron a desechar las aceitunas que no lograban madurar. Los que pudieron regar lograron recuperar cuotas de producción, para todos los demás fue mucho más complicado”.