Ignacio Silva, Consejero Delegado de Deoleo

Olimerca.- Coincidiendo con la celebración del 38º Congreso AECOC de Gran Consumo, el consejero delegado de Deoleo, Ignacio Silva ha intervenido en el mismo y ha aprovechado la ocasión para mostrarse rotundo: “No existe ningún cuaderno de venta. La compañía no está en venta. Estamos mirando a largo plazo”. No obstante, recuerda que la empresa “está en manos de un fondo de inversión y los fondos tienden a entrar y salir de las compañías”.

El consejero delegado del grupo aceitero ha puesto en valor las medidas adoptadas por la compañía para paliar los efectos de la coyuntura actual y prevé que los resultados del segundo semestre serán “mucho mejores” que los del primero. “Estamos obsesionados con proteger el margen unitario por litro. Los accionistas están muy tranquilos porque es un tema de contexto, no de la compañía. Todo funciona mejor, pero el único problema es que no tenemos aceite”, comenta.
 
Una de estas medidas ha sido modificar su estrategia de aprovisionamiento, apostando por otros países distintos de España: “Hemos sufrido con la calidad en España y estamos aprovechando otros mercados como Argentina y Chile para garantizar la calidad del producto. También traemos producto de Portugal, Italia, Grecia y algo en Túnez, pero en este último su calidad es muy inestable, al igual que sucede con Turquía”.

Precios a largo plazo

A la hora de hablar del mercado del aceite de oliva y el comportamiento de los precios, Ignacio Silva ha vaticinado que habrá que esperar a Junio del 2024 para poder volver a ver precios del aceite de oliva más bajos. “El entorno de los precios no cambiará hasta abril o mayo, y si hay una primavera lluviosa, empezarán a relajarse los mismos a partir de junio”.

Al mismo tiempo Silva explicó las razones de la inflación experimentada por la categoría: “No hay especulación, sino un juego de oferta y demanda. La producción ha pasado de 1.200 millones de kilos a 600 millones. No hay aceite. La cantidad ha bajado a la mitad y el precio sube”. No obstante, sus previsiones apuntan a que la producción de aceituna de esta nueva cosecha aumente hasta los 750-800 millones de kilos: “Vivimos una situación anormal. La peor que ha sufrido la categoría en toda su historia. A medida que regresen las lluvias se recuperará la normalidad. Volveremos a tener aceite”, ha vaticinado.

Ignacio Silva: “No hay especulación, sino un juego de oferta y demanda. La producción ha pasado de 1.200 millones de kilos a 600 millones. No hay aceite. La cantidad ha bajado a la mitad y el precio sube”


En su opinión, “el problema de la evolución temporal es lo que nos vuelve locos”. El CEO de Deoleo recuerda que la oferta está controlada desde el mes de octubre. “Si tuviéramos un sistema más transparente, más a largo plazo, anual, como ha hecho el vino, sería algo bueno para la categoría. La cadena de valor está totalmente desequilibrada y este tipo de desequilibrios es enemigo de cualquier categoría”, sostiene. 

Sobre el impacto de este fenómeno en los operadores del sector, Silva asegura que “los resultados en absoluto de todas las compañías van a caer; tienen que bajar porque hay un problema de volumen. Aunque las compañías trasladasen todos los incrementos de materias primas al consumidor, el margen bajaría porque el volumen en la producción ha caído”. 

En este contexto, Silva matiza que los retailers tampoco están ganando dinero con el aceite, ya que lo usan como gancho. “Es un producto que se tendría que vender caro porque tiene calidad y cuesta mucho extraerlo”, señala.

Desde el punto de vista del consumidor, el directivo comenta que, pese a la caída del consumo en España por encima del 20%, “no está habiendo un trasvase a otros tipos de aceites más baratos. Los españoles están muy apegados al producto. No se cambia por otro, simplemente se consume menos”. Sobre las previsiones de consumo, Ignacio Silva prevé que, si el precio no varía en los próximos meses, “no deberíamos esperar en caídas superiores a las actuales (-15% o -18%)”.