Olimerca.- La Reunión informal de ministros (RIM) de Agricultura de la Unión Europea celebrada en Córdoba ha dejado clara la apuesta común de los países comunitarios por la aplicación de las nuevas tecnologías, que deben jugar un papel clave en la transición hacia un sistema agroalimentario más sostenible y permitir hacer frente a los efectos del cambio climático. Su uso, además, facilitará que el sector agroalimentario gane en rentabilidad y competitividad.

En su intervención, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, ha destacado cómo el abastecimiento de alimentos seguros, nutritivos y en calidad y cantidad suficiente es un reto global para el conjunto del planeta, ya que, de acuerdo con las previsiones de las Naciones Unidas, la población mundial alcanzará los 9.700 millones de personas en 2050.

Con este objetivo, Luis Planas ha incidido en la necesaria transformación de los sistemas alimentarios para hacerlos más justos, más resilientes y más saludables y que, a la vez, contribuyan de forma decisiva a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Todo ello, enfocado al triple objetivo de la seguridad alimentaria, la sostenibilidad global de los recursos naturales y la garantía de un medio de vida para quienes habitan en las zonas rurales.

Planas ha incidido en la necesaria transformación de los sistemas alimentarios para hacerlos más justos, más resilientes y más saludables y que, a la vez, contribuyan de forma decisiva a la consecución de los ODS 

En un escenario en el que los fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes, el ministro en funciones ha subrayado cómo las iniciativas y políticas europeas deben orientarse a dar respuesta a los retos ambientales y climáticos a los que se enfrenta la producción de alimentos. “La agricultura es una de las actividades humanas más afectada por el cambio climático, sin embargo, también forma parte de la solución a esta problemática”, ha asegurado a sus homólogos durante las sesiones de trabajo de la RIM de Córdoba.

Para ello -ha apuntado-, es esencial una agricultura más eficiente y sostenible, que sólo es posible a través de la innovación y la aplicación de las nuevas tecnologías. Además, ese camino permitiría a la Unión Europea mantenerse en la vanguardia en todos los ámbitos tecnológicos.