Olimerca.- La Dieta Mediterránea, rica en AOVE, entre otros productos, es una aliada para reducir enfermedades cardíacas y diabetes tipo 2. Así lo revela el estudio Women's Health Study (WHS), realizado por investigadores del Brigham and Women's Hospital, en Estados Unidos, en el que han participado más de 25.000 mujeres, durante más de 20 años.

En un artículo publicado en 'JAMA Network Open', señalan de que las mujeres que se adhirieron a una dieta más similar a la mediterránea tenían una tasa de diabetes tipo 2 un 30% más baja que las mujeres que no lo hicieron, tal y como publica Europa Press.

El equipo examinó varios biomarcadores para buscar explicaciones biológicas para estos resultados, encontrando mecanismos clave que incluyen resistencia a la insulina, índice de masa corporal, metabolismo de lipoproteínas e inflamación.

"Nuestros hallazgos apoyan la idea de que, al mejorar su dieta, las personas pueden mejorar su riesgo futuro de diabetes tipo 2, particularmente si tienen sobrepeso u obesidad", señala la autora del estudio Samia Mora, de las divisiones de Medicina Preventiva de Brigham y Medicina Cardiovascular y profesor asociado en la Escuela de Medicina de Harvard.

"Gran parte del beneficio que vemos se puede explicar a través de varias vías -añade-. Y es importante tener en cuenta que muchos de estos cambios no ocurren de inmediato, mientras que el metabolismo puede cambiar en un corto período de tiempo, nuestro estudio indica que se están produciendo cambios a más largo plazo que pueden brindar protección durante décadas".

Estudio
De las más de 25.000 mujeres participantes en WHS, 2.307 desarrollaron diabetes tipo 2, y las participantes que llevaron una Dieta Mediterránea desde el comienzo del estudio desarrollaron diabetes con una tasa inferior al 30% que aquéllas con una menor ingesta de alimentos procedentes de la dieta mediterránea. Este efecto se observó solo entre los participantes con un índice de masa corporal superior a 25 (rango de sobrepeso u obesidad) y no entre los participantes cuyo IMC era inferior a 25 (normal o bajo peso).

Los biomarcadores de resistencia a la insulina parecían ser los que más contribuían a reducir el riesgo, seguidos de los biomarcadores del índice de masa corporal, las medidas de lipoproteínas de alta densidad y la inflamación.