Olimerca.- Asaja Sevilla ha celebrado recientemente su 41ª Jornada de Aceituna de Mesa en las instalaciones de Oleand Manzanilla Olive en La Puebla de Cazalla, en la que han intervenido algunos de los principales comercializadores de aceituna de mesa de España, para analizar los retos a los que se enfrenta el sector.

La falta de stocks, la corta cosecha y la apetencia de las almazaras -necesitadas de aceituna para molturar- generan una gran competencia que revaloriza toda la aceituna, especialmente la de más calidad.

“El año de la incertidumbre”. Así definió el presidente de Agrosevilla, Gabriel Cabello, el ejercicio que se le presenta al sector transformador en la campaña de aceituna de mesa que comenzó el pasado 1 de septiembre y que vive una situación inédita. Dos cosechas consecutivas muy cortas dejarán a los envasadores casi sin producto para salvar el enlace de campaña. Esta situación genera una gran presión sobre la corta oferta, en la que han puesto también sus ojos las almazaras, que necesitan aceituna para producir aceite y responder al mercado.

Escasa oferta y alta demanda
La campaña de aceituna de mesa viene marcada por una escasa oferta y alta demanda. Los precios de operaciones de aceituna de mesa recogidos por Asaja se mantienen altos en líneas generales, con una horquilla según variedades, tamaños y calidades, que abarca desde el 1,20 €/kg de hojiblanca hasta el 1,80 €/kg (con oscilaciones y variaciones de precios dentro de esta horquilla casi diarias).

Asaja prevé una producción final para la aceituna de mesa muy similar a la de la campaña pasada 2022/2023, que fue de 415.000 toneladas 

Un factor positivo en el inicio de la presente campaña es que se ha reducido el enlace entre campañas. Al inicio de la 2022/2023 el sector disponía de 440.000 toneladas excedentes de la campaña anterior, sin embargo, la presente se ha iniciado con 328.000 toneladas (112.000 toneladas menos). Un dato muy positivo, ya que las disponibilidades de enlace entre campañas siempre han pesado mucho en el balance final.

Asaja prevé una producción final para la aceituna de mesa muy similar a la de la campaña pasada 2022/2023, que fue de 415.000 toneladas (la producción de la campaña pasada fue un 30% inferior a la media de los últimos diez años).

Año complicado
De “muy complicado” definió el momento que atraviesa el sector el presidente de Asaja-Sevilla, Ricardo Serra, durante la inauguración: “El agua, un factor estratégico, las altas temperaturas, unos tratamientos fitosanitarios cada vez más restringidos, la falta de mano de obra y unos costes muy altos, están marcando un verdeo muy escaso.”

En la mesa redonda, moderada por el gerente de Opracol, Manuel Félix Moreno, participaron el presidente de Oleand Manzanilla Olive, Antonio Candil; el CEO de Aceitunas Guadalquivir, Francisco J. Escalante; el presidente de Agrosevilla, Gabriel Cabello, y el responsable de compras de Jolca, José María Delgado.

En el debate se pusieron de relieve las fortalezas del sector y también los retos y los asuntos que generan preocupación como la competencia de terceros países, la falta de mano de obra, la lenta superación de las dificultades para la recolección mecanizada, la fuga de los más jóvenes hacia el olivar de molino y sobre todo la falta de infraestructuras hidráulicas para facilitar un recurso fundamental como es el agua, imprescindible en la olivicultura actual.

España mantendrá el liderazgo mundial
Pese a la manifiesta incertidumbre que presenta la campaña en curso, todos los integrantes de la mesa quisieron trasladar un mensaje positivo y mantuvieron que “nuestro país no va a perder el liderazgo en el sector de la aceituna de mesa que está cimentado en la calidad de sus variedades, el conocimiento del producto y el buen hacer de los olivareros, así como en la profesionalización y modernización de las industrias y cooperativas, que cuentan con unos equipos extraordinarios.”

La jornada se completó con dos ponencias más, en las que se abordaron las técnicas de riego deficitario, una de las estrategias de riego más prometedoras para este este cultivo, y también tuvo protagonismo la mosca del olivo, una plaga que está causando mucho daño a la aceituna.