Olimerca.- El aceite de oliva, una de las categorías más importantes en gran consumo, con unas ventas cercanas a los 611 millones de euros entre enero y agosto de 2015, ocupa la quinta posición en el ranking de categorías de productos agroalimentarias más vendidas.

El incremento del PVP del aceite, que se inició en julio de 2014, le ha llevado a que su precio se haya encarecido un 23% en lo que va de año en hipermercados y supermercados de más de 100m2, según fuentes de IRI.

Entre enero y agosto, el mercado de productos de gran consumo ha incrementado sus ventas en valor un 2,4%, principalmente impulsado por una demanda que crece un 2,1% y precios ligeramente al alza (+0,3%), según el informe InfoScanCensusTM Top Line de IRI. Durante los primeros meses del año los precios mantuvieron una tendencia negativa, pero en abril se empezaron a elevar. Esta subida de los precios no está afectando a la demanda, que se ha mostrado con una tendencia positiva desde principios de año.

En el caso del aceite de oliva, al ser una categoría con un gran peso en gran consumo – concentra el 2,4% de las ventas en valor de gran consumo –, las grandes fluctuaciones en su precio pueden llegar a ser motivo para  ‘distorsionar’ la evolución del mercado en valor. Por esta razón, el encarecimiento de los precios del aceite de oliva en lo que va de año, sumado al peso de esta categoría en el mercado, hacen que si aisláramos el efecto del incremento de su precio, el precio medio de gran consumo en este periodo caería un 0,3%, y la evolución de las ventas, por tanto, se reduciría al 1,8%.

Este efecto se agudiza durante los meses de verano: entre junio y agosto el incremento de los precios del mercado de productos de gran consumo se elevó un 0’9%. Si tenemos en cuenta el incremento del precio del aceite de oliva, que durante estos meses se encarece un 40%, hace que de eliminarse su incremento, los precios se mantendrían intactos.

Aceites es una categoría básica en la cesta de la compra, y aunque la demanda de aceite de oliva se ha reducido cerca del 7%, se compensa con un incremento del consumo de otros tipos de aceite como aceites de semillas o de orujo.

En todo caso, la buena evolución de las ventas y de la demanda de gran consumo durante el año es obvia, y se apunta a un cierre de 2015 con una tendencia positiva en sus ventas en valor, que alcanzarán un crecimiento del +2,1 según la previsión de IRI.