Olimerca.- Deoleo ha celebrado ayer su Junta General de Accionistas tras un ejercicio marcado por un contexto complicado consecuencia del relevante aumento del coste de la materia prima, de la crisis global de la cadena de suministros y de la normalización del consumo en el hogar tras la estabilización de la situación sanitaria. A pesar de ello, la compañía ha superado sus retos con garantías y cerró 2021 con beneficios por segundo año consecutivo. 

El presidente y consejero delegado de Deoleo, Ignacio Silva, ha subrayado en su intervención la solidez y flexibilidad del modelo de negocio de la compañía que “ha permitido hacer frente a un año marcado por un contexto muy exigente y complicado”.

En 2021, el Grupo no solo cumplió sus objetivos, sino que también reforzó su posición financiera gracias a una reducción significativa de la deuda. 

Adicionalmente, Silva ha explicado la problemática en cuanto a la evolución del precio de las materias primas, recordando que los precios medios en origen del aceite de oliva tuvieron un incremento del 50% en la campaña 2020/2021 respecto a la campaña anterior. Asimismo, ha apuntado que “el coste de la materia prima representa hasta un 80% de los costes totales de nuestra industria”. “Incluso en esta situación, Deoleo ha evidenciado su capacidad para actuar de forma ágil y con visión estratégica a lo largo de estos meses, cerrando el ejercicio 2021 de forma positiva”, ha subrayado. 

En relación a los resultados de la compañía, la tendencia general del negocio es positiva, reflejo de la idoneidad de las medidas implementadas hasta el momento. Deoleo alcanzó en 2021 un EBITDA de €48M, en línea con las estimaciones, impulsando las ventas en más de un 6% y nivelando en parte el impacto del incremento de los costes de las materias primas en los márgenes del grupo. Esta buena evolución del negocio permitió impulsar la generación de caja y disminuir la deuda neta un 20% hasta los €120M.

En 2022 una nueva amortización de deuda de €18M dejó el importe total de la deuda sindicada pendiente de amortizar en 160 Mill de euros

En lo que respecta a 2022, Silva ha afirmado que la compañía lo planificó como un año que estaría marcado por subidas de precios adicionales en materiales auxiliares, necesarios para la fabricación de sus productos y servicios logísticos. Sin embargo, la guerra en Ucrania ha supuesto un incremento aún mayor, por encima de un 10%. A pesar de ello, la fortaleza de las marcas y la confianza en la gestión de la mismas en los últimos años lleva a la compañía a “pensar en un cierre de 2022 satisfactorio”. En relación al segundo semestre del año, se espera entrar en un periodo de estabilización en el que las subidas dejen de ser persistentes.

Silva también ha puesto en valor el plan estratégico para el periodo 2022-26 que el grupo presentó en el tercer trimestre de 2021 y que contempla un crecimiento anual medio del EBITDA en el entorno del 15%.