Olimerca.- El sector FoodTech está llamado a ocupar un lugar privilegiado en la cadena de valor alimentaria a nivel mundial y tanto España como Portugal tienen mucho que decir al respecto. El peso de la industria alimentaria en ambos países es cercano al 10% del PIB y España se sitúa a la cabeza de la industria oleícola mundial.

En palabras de Carmen Capiscol, responsable de I+D+i de Citoliva, el sector del aceite de oliva en España ha venido liderando la innovación respecto a otros países productores (por ejemplo, fue el primer país en implementar masivamente la tecnología de extracción en 2 fases respecto a la de 3 fases) sin embargo, pareció sufrir un estancamiento al calor de los buenos precios de venta de la década de los 2000.

Con el paso de los años el sector del aceite de oliva ha apostado por la innovación como motor de competitividad, lo que ha se ha traducido en mejoras tecnológicas para maximizar calidad, sostenibilidad y rentabilidad. Pensando en el futuro, el reto pasa por implementar la digitalización en toda la cadena de producción, y cada vez son más las iniciativas en este sentido, desde el campo a la almazara.

En este sentido, Carmen Capiscol no duda en afirmar que la iniciativa impulsada por Alfa Laval de la primera edición de Folive Innova es muy necesaria en el sector. Si bien existen algunos premios con filosofía parecida en determinadas ferias sectoriales, a veces la repercusión de los premios queda diluida por la propia feria. En este caso, el hecho de que el premio se dirija a start-ups del sector oleícola, que venga de la mano de una empresa de reconocido renombre y que se enfoquen en innovación, digitalización y juventud, los hace especialmente interesantes y diferenciales respecto a otras iniciativas similares.

Con el paso de los años el sector del aceite de oliva ha apostado por la innovación como motor de competitividad, lo que ha se ha traducido en mejoras tecnológicas para maximizar calidad, sostenibilidad y rentabilidad

Para Alfonso Montaño, “el sector del olivar y del aceite de oliva, a pesar de parecer un sector dinámico, son pocas las empresas que apuestan por la innovación en relación a todas las almazaras y/o envasadoras existentes. Es muy complicado que una almazara sea la primera a innovar, o bien sea la demandante de una determinada innovación, sino más bien es ‘déjame que prueba la máquina y vemos si funciona’”.

Añade que, “seguro que hay excepciones, pero no es la tónica general. Existe más oferta de innovación que demanda. Sobre todo, la innovación en procesos conlleva una inversión no baladí, que en ocasiones cuesta ver que es una inversión que conllevará una mejora en la cuenta de resultados, y, por tanto, se ve más como un posible incremento de costes de producción más que como una ventaja competitiva o una inversión. En esa línea podríamos destacar procesos que mejorarían el contenido en fenoles o el perfil sensorial, pero no repercutirían directamente en la cuenta de resultados de la empresa y por tanto, no verse como un valor aportado al aceite (en ocasiones por la volatilidad del precio de los graneles), sino más bien como un gasto ‘evitable’”.

Según el responsable del Ctaex, las menos frecuentes son las innovaciones discontinuas, que son aquellas que conllevan un cambio de comportamiento con la aportación de un nuevo producto o proceso desconocido. Según sus palabras, esto, “introduce una idea o comportamiento donde no lo había previamente. En este grupo incluiría el uso del frío en las almazaras en todas sus innovaciones (enfriamiento de aceitunas en recepción, tolvas, o los intercambiadores de calor tras el molino), así como los nuevos sistemas de acondicionamiento de las pastas que ofertan muchas casas comerciales, de las que destacaría el Booster de Alfa-Laval. No me quiero olvidar de las empresas que hacen un aprovechamiento de los antioxidantes de diferentes fuentes del olivo y la aceituna”.

Aun así, concluye Montaño, “sí creo firmemente que en los últimos 15 años ha cambiado radicalmente la forma de elaborar, de vender y consumir, y parte del sector, consciente de que la innovación es el camino, apuesta y se diferencia de la competencia a fin de que su producto, su producción sea diferente, sea única. Se que se me pasan muchos ejemplos que seguro en el certamen nos muestran el buen estado de la innovación y creatividad en este sector”.