Olimerca.- El sudoeste bonaerense posee características climáticas adecuadas para alcanzar aceites de alta calidad. La producción de la zona se destaca por superar en un 70% el contenido oleico, propuesto por el Consejo Oleícola Internacional. Por esto, un grupo de productores junto con el asesoramiento del INTA evalúa las ventajas agroecológicas para elaborar aceite de oliva virgen extra regional. El próximo paso es avanzar en una estrategia de diferenciación para obtener un producto con marca territorial.

José Massigoge, investigador del INTA Barrow, Buenos Aires, afirma que “en el Sudoeste Bonaerense el sector olivícola productor de aceite de oliva posee condiciones de suelo y clima muy diferentes, en comparación a otras zonas productoras de Argentina. Dorrego, por ejemplo, sobre todo el área cercana a la costa tiene suelos muy aptos con una franca arenosa que tiene muy buen drenaje, que es una de las condiciones que requiere el olivo. El olivo es una planta muy rústica, pero requiere buen drenaje de sus raíces y eso se cumple acá”.

“En el Sudoeste Bonaerense el sector olivícola productor de aceite de oliva posee condiciones de suelo y clima muy diferentes, en comparación a otras zonas productoras de Argentina"

“La producción de la zona tiene alto contenido oleico, que es el ácido graso característico de la especie”, añade, ya que cuentan con “estudios preliminares que han determinado que, en la zona, se llega a valores de más del 70%, superando ampliamente a la media porcentual nacional, que según el Consejo Olivícola Internacional no puede ser menor al 55%”.

En este sentido, el especialista del INTA puntualizó que “la temperatura fresca en la cosecha temprana hace que los contenidos de polifenoles y otros compuestos, que son muy importantes, estén presentes, ya que estos le dan amargor al aceite. También es beneficioso desde el punto de vista de la conservación del aceite con altos niveles de durabilidad en el tiempo”.

Primeras plantaciones
Las primeras plantaciones en la región comenzaron a fines de 1940 con sistema tradicional. Hoy en día, se cultivan con sistemas súper intensivos, en los que puede haber más de 2000 plantas por hectáreas de olivos manejadas en forma de setos, con una mecanización casi total, tanto de la cosecha con máquinas de vendimiadoras hasta en la poda.

Federico Hollender, miembro de la familia propietaria de Estilo Oliva en Finca Don Nicolás, en Coronel Dorrego, recordó que originalmente había plantadas 40 hectáreas de olivos de las variedades Arbequina y Coratina, cultivadas con sistema tradicional. “En la actualidad, tenemos 130 hectáreas donde, además de esas variedades originales se agregaron la Arbosana y este año se está plantando Koroneiki, siempre buscando variedades que se adapten al sistema súper intensivo”.

Y agregó: “Decidimos aprender, tomar las últimas tecnologías de esta actividad y optar por el sistema súper intensivo. Después empezamos a plantar más hectáreas con otras variedades de olivos y apostamos a seguir creciendo”.