Olimerca.- El municipio toledano de Mora es uno de los mayores productores de aceite de oliva de Castilla La Mancha, y por consiguiente, también de alperujo. Así, con el objetivo de mejorar la gestión del mismo de forma que respete el medio ambiente y evite molestias a los vecinos, su Ayuntamiento ha firmado un acuerdo con la empresa Bioento, que dispone de una solución para el tratamiento de los alperujos de las industrias olivareras utilizando biodigestores aeróbicos de biomasa larvaria de insectos. 

Tras el acuerdo, Emilio Bravo, alcalde de Mora se ha reunido con las Juntas Directivas de las dos Cooperativas de Mora, Ntra. Sra. de la Antigua y Acevin, para explicarles que con este proyecto, “buscamos informar y ofrecer a las almazaras y cooperativas de nuestro pueblo de esta novedosa forma de eliminar este residuo, sin que esto suponga daño alguno para el medio ambiente, ni molestias a nuestros vecinos, y además, con este novedoso proceso, se obtendrán subproductos que generarán ingresos a las entidades se adhieran al proyecto”.  

A la reunión, a la que también asistieron representantes de la empresa Bioento, han explicado a los asistentes el proyecto que les ofrece, cómo funciona la Orujera Ecológica Natural (OEN) para la eliminación del alperujo y los subproductos que se obtienen tras el paso del residuo por el biodigestor. 

En unos días se volverían a reunir para explicar de nuevo el proyecto, pero esta vez con las cinco Almazaras de la localidad y Extractora de Mora. Además, el alcalde ha anunciado que “si todo el sector oleícola de Mora, o varias almazaras y cooperativas, deciden desarrollar este proyecto, desde el ayuntamiento ofrecemos los terrenos donde se ubican las antiguas balsas de alpechín para su instalación”. 

“Creo honestamente que puede ser un proyecto muy interesante para el sector al darles una solución al problema de la gestión del alperujo, y muy bueno para los vecinos de Mora, al no producir emisiones ni molestia alguna”, ha afirmado el regidor moracho, señalando que “como alcalde tengo la obligación de velar por el bienestar de todos, empresas y vecinos. Por eso tenía la obligación de trasladar al sector la posibilidad de llevar a cabo este novedoso proyecto, y así lo estamos haciendo”.

El proyecto 
La propuesta efectuada por Bioento a las cooperativas y almazaras morachas, consiste en instalar en los terrenos municipales que el ayuntamiento ha ofrecido para ello, un biodigestor para recepcionar y eliminar mediante valorización, los alperujos de las industrias que quieran adherirse a este proyecto. Esta adhesión, cuyo funcionamiento es similar a las cooperativas, comportará que los aportantes del residuo reciban la parte alícuota de los ingresos generados con su aportación.

El proyecto se asienta en tres premisas básicas y fundamentales: Impacto medioambiental inapreciable. Rendimiento económico para los participantes o adheridos al sistema. Generación de “empleo verde” local

La Orujera Ecológica Natural (OEN) es un “biodigestor aeróbico”, una instalación en la que millones de larvas de una inofensiva y singular mosca llamada vulgarmente mosca soldado negra (Hermetia illucens) se comerán todo el desecho que se origina en las cooperativas y almazaras morachas con la molturación de las aceitunas, es decir el alperujo. Se trata de una forma natural y rentable de acabar con un residuo orgánico cuyo excedente actual se ha incrementado, a causa fundamentalmente de la producción superintensiva de aceitunas, y provoca no pocos problemas medioambientales y de logística.

Transformación en pienso y fertilizante
Mediante esta técnica de reciclado natural el alperujo se transformará, gracias a la biomasa de las propias larvas, en materia prima para hacer harina animal y gracias a las excreciones de las esas mismas larvas en fertilizante ecológico: “las larvas se comen todo el alperujo y después ellas mismas conformarán una materia prima de proteína y grasa de buena calidad muy apropiada para la fabricación de piensos animales”, explicó uno de los técnicos de este proyecto. 

“Esto es muy interesante ya que en los últimos años se ha incrementado considerablemente la demanda de harina para alimentación animal como alternativa a la harina de pescado que normalmente hay que importar y que supone una amenaza para la biodiversidad marina”, y continuó explicando que, “con las propias excretas de las larvas se puede producir un tipo de fertilizante ecológico muy demandado en la actualidad ya que España es el país con más huertas ecológicas declaradas en Europa y el fertilizante que se hace con la excreta de esta larva es ideal para eso ya que está libre de químicos”.