Olimerca.- En medio de la escalada de precios en el mercado internacional, por la guerra entre Rusia y Ucrania, Argentina, principal proveedor mundial de harina y aceite de soja, ha decidido suspender las exportaciones de estos productos “hasta nuevo aviso”. A su vez, los productores se mantienen alerta ante una eventual subida de impuestos a las ventas al exterior.

Así lo ha anunciado la subsecretaría de Mercados Agropecuarios, que ha informado del cierre de registros de operaciones, con lo que bloquea las ventas.

Asimismo, el Gobierno del país ha elevado los impuestos a las empresas que exportan harina y aceite de soja, pasando del 31 al 33% hasta el 31 de diciembre. Argentina es el primer exportador mundial de estos productos.

Con esta medida, según el Ejecutivo del país, se pretende “estabilizar el coste de la tonelada de trigo que compran los molinos argentinos y que será conformado como un fideicomiso compuesto por los recursos resultantes de la subida temporal de los derechos de exportación del aceite y harina de soja.

La soja representó en 2021 el 30% de las exportaciones argentinas y aportó unos 9.000 millones de dólares en impuestos a la exportación. A diferencia de otros productos de consumo humano, como el trigo, el maíz y la carne vacuna, en Argentina no hay limitación a las cantidades de soja destinadas al mercado exterior.