Olimerca.- Argelia se enfrenta a una de sus peores campañas oleícolas, situación que viene motivada por las condiciones climatológicas y los incendios que ha sufrido el país. Según las previsiones, se espera que no superen las 30.000 toneladas en 2022/23.

Esto supone una caída del 70% respecto a la campaña anterior, en la que la producción alcanzó las 98.0000 toneladas y sería la más baja desde 2009/10, según los datos del Consejo Oleícola Internacional.

Durante la última década, tanto Gobierno como productores se propusieron expandir la producción aumentando el número de olivos plantados en el país. Con ello, en la campaña 2019/2020 lograron una producción récord de aceite de oliva de 126.000 toneladas procedentes de 500.000 hectáreas de olivares. Se estima que en el país se cultivan 70 millones de olivos y que, en los próximos años, el sector olivarero argelino pretende plantar otras 400.000 hectáreas.

Sin embargo, en el último año se han enfrentado muchas adversidades, como incendios en la provincia de Tizi Ouzou, una zona olivarera con alta producción. Además, han soportado largos periodos de sequía con escasas precipitaciones durante la primavera y lluvias torrenciales en otoño, a lo que se han sumado las altas temperaturas, provocando un importante descenso de la producción.