Olimerca.- La mosca del olivo es la principal plaga del olivar andaluz. El daño lo realiza cuando está en su estado larvario, las cuales se alimentan del mesocarpio o pulpa de la aceituna, originando, por un lado, pérdida de cosecha y, por otro, un detrimento de la calidad del aceite. Para el seguimiento o monitoreo de la plaga se colocan trampas (mosqueros y placas cromotrópicas amarillas) con el objetivo de conocer la salida de los primeros adultos, así como su posterior evolución. 

Según la RAIF, por estas fechas, los valores medios de capturas de adultos en placas amarillas suelen estar entre 1 y 1,5 moscas/placa y día; sin embargo, en esta campaña, éstas están siendo elevadas en las provincias más occidentales de Andalucía, del orden de 5,5 moscas/placa y día en Sevilla, y de 1,9 moscas/placa y día en Cádiz. 

Las zonas biológicas que presentan mayores niveles son Estepa Sur y Sierra sur (Este) en la provincia de Sevilla, con medias de 11 y 9 adultos/placa y día, respectivamente, muy superiores al resto; seguidas de Villamartín (Cádiz) con 4,5 moscas/placa y día. Además, ha señalado que en Jaén se han registrado capturas en parcelas muy puntuales de Campiña Norte y Condado, de 19,50 y 5,57 moscas/placa y día, respectivamente. Por otro lado, las capturas en mosqueros también están siendo más elevadas de lo habitual por estas fechas.

Trampas
En este sentido, la RAIF ha puntualizado que todavía no están instaladas las trampas en todas las parcelas de olivar, recogiendo dichos datos de un número muy inferior de éstas en comparación con las próximas semanas, quedando aún algunas zonas biológicas de las provincias de Sevilla, Córdoba, Cádiz y Huelva pendientes de ello; así como en el resto de las provincias olivareras de Andalucía oriental donde todavía es muy escaso el seguimiento de este agente, puntualizando algunas zonas biológicas mencionadas de Málaga y Jaén.

Esto es debido, según ha precisado la RAIF, a la diferencia de fenología que hay de una provincia a otra, e incluso dentro de cada una de las provincias, ya que hasta que no se generaliza el estado “G2” (fruto cuajado) no se suelen instalar las trampas para el seguimiento de la plaga.

Los frutos en estado “H” (Endurecimiento del hueso) son ya receptivos para la mosca, comenzando ésta a realizar las puestas en las aceitunas una vez se alcance dicho estado fenológico. Actualmente, y de forma excepcional, se ha alcanzado ya este estado en numerosas parcelas de Sevilla, Córdoba y Cádiz, y en algunas zonas biológicas de Huelva, Málaga y Jaén. En el resto de las provincias no hay todavía parcelas en este estado fenológico.

Aceitunas picadas
Con esta situación, la RAIF señala que se han empezado a observar aceitunas picadas en algunas aquellas parcelas de las provincias que han alcanzado el estado fenológico receptivo. La tendencia con respecto a la semana pasada es en aumento. En concreto, ha señalado que la diferencia fenológica y del estado del olivar, en cuanto a la carga que presenta, el calibre de la aceituna, etc. hace que los índices sean muy distintos de una parcela a otra, incluso estando muy próximas, por lo que recomienda muestrear y evaluar la situación de cada parcela.