Olimerca.- La Alianza por una Agricultura Sostenible (ALAS), integrada por las organizaciones de agricultores Asaja, COAG y UPA, Cooperativas Agro-alimentarias de España, la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (FEPEX) y la Asociación Española Agricultura de Conservación Suelos Vivos, AEAC.SV, agrupadas para asegurar la sostenibilidad agrícola, trasladan su respaldo al Gobierno de España por su votación a favor de la renovación de glifosato.

La votación tuvo lugar el pasado 13 de octubre en el seno del conocido como SCoPAFF, el Comité Permanente de Plantas, Animales, Alimentos y Piensos, que emite dictámenes que informan el trabajo de la Comisión Europea. Se trata, según la Alianza, de “una decisión acertada que se fundamenta en el criterio científico, y una clara muestra de apoyo del Gobierno al sector productor español y del conjunto de la Unión Europea”.

Añaden que “la decisión de votar a favor conlleva, además, un impacto positivo directo para los consumidores españoles y europeos. En un contexto de inflación, se podrá seguir empleando una herramienta que contribuye a la productividad agrícola y que permite llevar a los hogares productos seguros y sostenibles sin encarecer innecesariamente el coste de producción”.

Consideran que el glifosato es una herramienta indispensable para la sostenibilidad de la agricultura. “Nuestros cultivos se desarrollan en un medio ambiente donde tienen que competir con las malas hierbas por el agua, los nutrientes del suelo y la luz del sol, lo que puede llevar a grandes pérdidas. Necesitamos controlar estas malas hierbas para poder cultivar con éxito. Para ello, llevamos cerca de 50 años utilizando el glifosato de forma segura”.

Desde la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) se ha determinado que el glifosato es seguro para los usos a los que está destinado. Y desde ALAS reclaman al Gobierno “que se mantenga firme en su decisión que, amparada en el criterio científico, resulta esencial para la sostenibilidad y competitividad de nuestra producción agroalimentaria, siendo un modelo para sus homólogos europeos en la toma de decisiones basadas en la ciencia”.