Olimerca.- Las estimaciones de producción de aceite de oliva en Italia, elaboradas por ISMEA en colaboración con Italia Olivicola y Unaprol, indican una recuperación del 20% para la campaña 2023/24, a pesar de que ha sido un año difícil. Y aunque apuntan que no se llegará a niveles medios alcanzados durante las cuatro campañas anteriores, se espera que se alcancen las 290.000 toneladas.

Después del colapso de la producción del año pasado, era razonable esperar un año fuerte, pero desde las primeras etapas de la campaña, con falta de lluvia durante el invierno y dificultades en el cuajado del fruto y excesivo calor durante el verano que provocó estrés en las zonas sin riego, los operadores comprendieron que los volúmenes aún estarían lejos de ser abundantes. 

Ahora, el mes de octubre sigue siendo fundamental para la completa maduración de las aceitunas que exige a los operadores y a los analistas a utilizar todas las precauciones al desarrollar estimaciones. Habiendo constatado, de hecho, que los volúmenes de aceitunas son inferiores a las expectativas, ahora toca analizar la variable rendimiento oliva/aceite.

La recolección apenas ha comenzado, y sólo en algunas zonas han empezado a recolectar. Las aceitunas parecen muy pequeñas y con bajos rendimientos, pero todavía no hay datos suficientes para describir un panorama completo, indican los autores de este informe. Sin embargo, parece bastante claro lo que podría suceder en diferentes áreas del país que experimentan problemas y resultados totalmente diferentes, aunque, como es habitual, pueden darse situaciones heterogéneas incluso dentro de las mismas zonas. 

El mes de octubre sigue siendo fundamental para la completa maduración de las aceitunas que exige a los operadores y a los analistas a utilizar todas las precauciones al hacer sus estimaciones

Por zonas
A grandes rasgos, los datos de ISMEA señalan que se puede estimar un descenso superior al 30% en las zonas del norte del país debido tanto a la alternancia natural, como a las adversidades atmosféricas de distinto tipo que provocaron daños desde la floración hasta el envero. 

La situación es similar en el centro de Italia, donde las lluvias primaverales tuvieron un impacto negativo en la floración, especialmente en las zonas de interior.

Por el contrario, en la zona sur e islas se espera un aumento del 34% debido a los buenos resultados esperados para Puglia y Calabria, que representan respectivamente el 50% y el 13% de la producción nacional. En estos casos, que se estima que podrán recuperarse en promedio de los últimos cuatro años, aunque se mantienen por debajo de su potencial. 

Concretamente en Puglia se estima un aumento de más del 50% respecto al año pasado gracias sobre todo a la alternancia natural, aunque el extraño clima primaveral, el calor del verano y el granizo de finales de septiembre no ha jugado a favor de los olivares. También se espera un aumento para Calabria, aunque menos significativo que el de Puglia, debido a las marcadas diferencias entre la parte tirrena, que registra volúmenes decrecientes, y la parte jónica, que en cambio está creciendo.

En Sicilia, se estima que la producción será sustancialmente estable en comparación con la ya baja producción del año pasado y, en cualquier caso, por debajo de la media. Abruzos y Basílicata también se están recuperando bien, mientras que las otras regiones del sur se espera una producción menor que el año pasado.