Olimerca.- Andalucía ha puesto en marcha un proyecto de gestión integrada de plagas en cultivos como el olivar, que se va a realizar en fincas demostrativas de Almería, Granada, Huelva, Jaén y Sevilla. Según ha señalado la consejera de Agricultura, Carmen Crespo, "permite mostrar a técnicos y agricultores cómo se implementa la gestión integral de plagas en determinados cultivos a partir de las correspondientes guías y los reglamentos específicos de producción integrada".

Este proyecto cuenta con la colaboración de varias Agrupaciones de Producción Integrada (API), Laboratorios de Producción y Sanidad Vegetal, adscritos a la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (Agapa), y con el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa).

Éste arrancó en febrero en fincas demostrativas de olivar (en Granada, Jaén y Sevilla), cítricos (en Huelva y Sevilla) y cultivos hortícolas protegidos (en Almería). No obstante, la consejera de Agricultura ha asegurado que estas prácticas "se irán ampliando a otros cultivos por toda la geografía andaluza". Para ello, se aprovecharán las guías y reglamentos, así como los datos facilitados por las API a la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía (RAIF). Todo ello, con el objeto de establecer un canal eficaz de transferencia de toda esta información a técnicos y agricultores.

La comunicación y difusión de resultados se realizará a través de jornadas técnicas, en las propias fincas demostrativas, página web de la RAIF, sus redes sociales y una newsletter

Con todo ello "se pretende que éste sea el inicio de una red estable de fincas de demostración", ha puntualizado la consejera. Se trata de que se permita mostrar la eficacia y las ventajas económicas y medioambientales que una implementación efectiva de la gestión integrada de fincas proporciona a la agricultura andaluza, facilitando, a su vez, el cumplimiento de los nuevos requisitos que se establezcan a nivel comunitario.

Gestión integrada de plagas
La gestión integrada de plagas consiste en el examen cuidadoso de todos los métodos de protección vegetal disponibles y la posterior integración de medidas adecuadas para evitar el desarrollo de poblaciones de organismos nocivos y mantener el uso de productos fitosanitarios y otras formas de intervención en niveles que estén económica y ecológicamente justificados, y que reduzcan o minimicen los riesgos para la salud humana y el medio ambiente. 

La gestión integrada de plagas tiene como finalidad, por tanto, el desarrollo de cultivos sanos con la mínima alteración posible de los agroecosistemas y en la promoción de los mecanismos naturales de control de plagas.

El plan que ha activado la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible se realiza mediante la puesta en marcha de una red de explotaciones demostrativas, el intercambio de información con técnicos y agricultores mediante el seguimiento de los resultados y la difusión del material generado y las recomendaciones prácticas. La consejera ha apuntado que con esto se consigue promover ejemplos de demostraciones reales en el campo para que técnicos y agricultores "puedan apreciar en primera persona los beneficios asociados a la aplicación de los principios de la gestión integrada de plagas".