Olimerca.- A escasas semanas para que se inicie la nueva campaña del aceite de oliva son muchos los interrogantes que planean en el lado de la producción a la hora de analizar el comportamiento del precio de su producto: cómo evolucionará las producciones en los países productores, cómo evolucionará el campo español en el corto plazo, cómo serán las salidas en septiembre, etc.

Todos los años nos encontramos con los mismos interrogantes y los mismos factores determinantes a la hora de la comercialización. Pero ahora tenemos sobre la mesa otro elemento que en las próximas semanas podría provocar ciertas desviaciones temporales: los altos stocks de aceite que guardan las industrias envasadoras y refinadoras.

Durante la última semana de agosto y primera de septiembre han sido muchos los movimientos operadores de compra, que incluso todavía están sin retirar; con lo que las estadísticas de la AICA del mes de agosto todavía no recogen las cifras reales que tienen de stocks tanto las almazaras como los envasadores, y que podrían deparar algunas sorpresas

Un volumen que hay que conseguir dar salida al mejor precio para que el cierre de la campaña sea bueno para estas industrias. Y para ello, qué mejor que provocar ellos mismos subidas de precios, sobre todo los aceites lampantes y vírgenes, que les permitan hacer un mejor balance, dado que estos mismos aceites cuanto se compraron fue a un precio mucho más barato.

Ya llegará la avalancha de las nuevas producciones y sin duda llegarán algunos recortes. Pero de momento, ya se han formalizado contratos de compra de aceites nuevos con un abanico de precios entre los 2,30 y los 2,25 €/kg para aceites de entrega en la primera quincena de diciembre.

De momento se impone la realidad de un aceite lampante a 1,80 €/kg, que está siendo aprovechado por las almazaras para hacerse fuertes en el mercado.

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