Olimerca.- El comercio del aceite de oliva sigue siendo motivo de control y vigilancia en las operaciones comerciales entre países. La última operaciones ha sido la llevada a cabo por la patrulla fiscal y de fronteras de la Guardia Civil de Pontevedra (Pafif) que ha intervenido 1.573 litros de aceite de oliva procedentes de Portugal por irregularidades en su etiquetado, al carecer de registro sanitario así como de certificado de trazabilidad.

La investigación se centra en una empresa de Ribadurmia, que se dedica a la distribución de alimentos, a través de una inspección en el almacén de dicha empresa y donde se intervienen 1.200 litros de aceite a los que se añaden con posterioridad otros 300 litros con las mismas irregularidades.

Tras revisar el etiquetado se observan varias irregularidades, como que no consta denominación de origen o país de procedencia, no consta campaña de recolección, no tiene un número de registro sanitario, no constan datos de contacto de la empresa responsable del envasado, lo que induce a error al consumidor al pensar que puede ser aceite de oliva portugués.

Posteriormente se inspeccionan tres supermercados de Poio, donde se intervienen 73 botellas más.
Ante estos hechos la Guardia Civil efectúa distintas denuncias por infracciones a la calidad alimentaria, por irregularidades en el etiquetado que se envían a las Consellerías de Sanidad y Consumo para que procedan a analizar este aceite, que al no tener tampoco un certificado de trazabilidad ya que se desconoce de dónde viene puedan decidir si se procede a su destrucción, así como a la Consellería de Medio Rural.

Además, se realiza una denuncia por no haber declarado el IVA en una importación intracomunitaria a Aduanas e Impuestos Especiales. Las sanciones podrían superar los 20.000 euros.