Olimerca.- El Centro Conjunto de Investigación de la Comisión Europea (CCI) ha publicado recientemente un informe sobre las alianzas a nivel de la distribución y su impacto en la cadena de suministro agroalimentario, en el que se confirma que las alianzas entre los distribuidores minoristas pueden dar lugar a prácticas desleales o contrarias a la competencia. No obstante, el informe también demuestra que se necesita más investigación para llegar a entender los efectos negativos que dichas alianzas entre los distribuidores suponen para la cadena de suministro en su conjunto.

En respuesta a este informe, tres asociaciones profesionales en representación de los agricultores y las cooperativas agrarias (Copa-Cogeca), los fabricantes de alimentos (FoodDrinkEurope) y las marcas líderes (AIM), hacen un llamamiento conjunto a aumentar la vigilancia de estas alianzas, para así conseguir una cadena de suministro más fuerte.

Los Estados miembros tienen hasta el 1 de mayo de 2021 para aprobar y publicar las medidas mediante las cuales aplicarán la Directiva 2019/633 sobre las prácticas comerciales desleales, por lo que este informe es un recordatorio del objetivo que se persigue con esta Directiva, en la que se aborda toda una serie de prácticas comerciales desleales impuestas por los compradores o grupos de compradores al resto de la cadena de suministro.

"Es importante tener una visión clara y transparente de cómo el comportamiento de un eslabón de la cadena afecta en cascada y de forma considerable al resto de la cadena, desde el campo a la mesa"

Según se reconoce en el informe, la concentración puede generar prácticas contrarias a la competencia o desleales, que a su vez “pueden tener consecuencias negativas para el consumidor o los actores de eslabones anteriores de la cadena de suministro”. Si no se disponen las salvaguardias necesarias, la concentración de poder por parte de los compradores crea desequilibrios importantes en detrimento de los proveedores. De hecho, muchos proveedores se ven obligados a aceptar la venta a pérdida, a causa de la presión y al factor miedo que soportan, que en ocasiones llegan a ser extremos.

Por otra parte, el informe indica que “los posibles beneficios que las alianzas entre distribuidores pueden suponer para el consumidor pueden verse descompensados por el posible perjuicio que causan a los actores anteriores”; por ello, el informe urge a las autoridades a no bajar la guardia, a fin de abordar los problemas que pueden surgir desde el punto de vista del Derecho de la Competencia de la UE, de la Directiva sobre las prácticas comerciales desleales y de las disposiciones jurídicas nacionales pertinentes.

Enfoque justo
“Instamos a los Estados miembros a continuar con un enfoque justo para todos y garantizar la pronta transposición de la Directiva sobre las prácticas comerciales desleales antes del 1 de mayo de 2021 (aplicable antes del 1 de noviembre de 2021), con el fin de contar con una cadena europea de suministro agroalimentario robusta y sana”, señalan las tres asociaciones en un comunicado.

Consideran que “la Comisión Europea y las autoridades nacionales de la competencia deberían guiarse por las cuestiones que se plantean en el informe del CCI en pos de un mayor control de la creación y funcionamiento de las alianzas en la distribución, y en pro de más investigación acerca de las repercusiones que estas alianzas tienen en la cadena de suministro. Profundizar en este análisis permitiría aplicar un enfoque político holístico a la hora de abordar el funcionamiento de las cadenas alimentarias, sobre la base de la transparencia y la equidad en toda la cadena de suministro”.