Olimerca.- Entramos en la segunda quincena del mes de julio y como viene siendo habitual el mercado entra en una cierta recisión de actividad, tanto por lo que se refiere a la demanda de los grandes industriales envasadores como por parte de la oferta.

Los últimos datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios ya lo ha refrendado: las existencias en poder de los envasadores siguen siendo muy altas: 276.511 tns a finales de junio, con lo que se pueden permitir aguantar unos días sin presionar con grandes operaciones de compra. De alguna manera, el ritmo se mantiene en base a las necesidades que va marcando la gran distribución comercial, y que en estas fechas precisamente no son muy altas.

En este contexto, podemos hablar de un mercado del aceite de oliva sostenido, con repetición de precios y con unos operadores italianos que ya están retirados de España. Existe el convencimiento de que el aceite mantendrá sus posiciones de precios en las próximas semanas y nadie quiere precipitarse con operaciones que cargarán sus bodegas.

De cara a la próxima campaña ya hay algunos operadores que comienzan a jugar sus cartas con ofertas de aceites nuevos a 3,20€/kg, mientras que desde Portugal se habla de ofertas a 3,40€/kg.

Mirando al olivar y la sequía
Por último, si hablamos del campo, ahora la máxima preocupación es si habrá agua suficiente para cubrir las necesidades de los olivares que están en riego. Las lluvias de esta primavera no han sido suficientes y a partir de ahora el olivo va a tener que aguantar las próximas semanas estivales con dificultad, sobre todo los cultivos en regadío, porque los secanos están más habituados a estas situaciones límites y aguantan mejor la escasez de lluvia.

La floración y el desarrollo del fruto ha sido muy bueno en gran parte del territorio olivarero y entramos en una fase donde no sólo hay que vigilar el problema del agua, sino también las altas temperaturas e incluso la incidencia de la mosca del olivo, que parece que este año está siendo menor.