Olimerca.- La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (CREA) ha constituido una nueva demarcación en el Guadalquivir, que aglutina a más de 30.000 hectáreas de regadío en la provincia de Jaén y cuya asamblea constituyente se ha celebrado este jueves 21 de julio, en la Sociedad Cooperativa Nuestra Señora de los Remedios, en Jimena (Jaén).

La organización, que aglutina ya a más de un tercio de las tierras de riego de la provincia jiennense, está presidida por Eduardo Díaz, presidente de la Comunidad de Regantes, María Magdalena de la zona de Mengíbar y que tiene unas 6.000 hectáreas de riego. El acto de constitución ha estado presidido por el responsable regional de la organización, Eduardo López.  Entre los miembros de la nueva organización hay comunidades de regantes como las de Pajarejos, Torre del Alamo-Brujuelo, o la de Pozo Alcón, Hinojares y Cuevas del Campo.

Durante el acto se ha abordado "la discriminación que sufre la provincia de Jaén en los riegos, al tener que pagar los regantes el 50% del canon mientras en otras provincias no pagan nada a pesar de regar más". También se ha puesto de manifiesto el hecho de que "en Jaén no se pueda regar mientras el agua de la provincia se está llevando a los arroceros de la parte baja de Sevilla".

Asimismo, se ha expuesto la hoja de ruta de la asociación para la defensa del regadío jiennense. Entre los objetivos se encuentra la defensa de los derechos e intereses comunes de los asociados, formulando alegaciones, reclamaciones y recursos administrativos o jurisdiccionales procedentes.

Otro de los objetivos es la interlocución con la Administración pública a nivel estatal, autonómico y local, en especial con la Confederación Hidrografía del Guadalquivir (CHG).

Además, está la representación y participación activa en las asambleas y órganos competentes de la CHG, y luchar por el canon volumétrico. Otros de los objetivos son la defensa del modelo de regadío de Jaén, exigir una dotación para el olivar, en la que se fomente el uso sostenible del agua, y que no se discrimine el olivar tradicional frente al olivar superintensivo.

También se trabajará para subrayar el impacto económico y la generación de empleo que produce cada metro cúbico de agua, en modelos y cultivos como el del olivar de Jaén; además de manifestar desacuerdo con la superficie cultivada de arroz en la cuenca, la cual "provoca un desequilibro hídrico que afecta a todos los regantes". Por último, entre los fines se encuentra también buscar soluciones a la problemática que tiene el regadío con los costes energéticos actuales.