Ministro francés de Agricultura.

Olimerca.- Recién estrenada la presidencia francesa del Consejo de la Unión Europea, el país galo tiene claras cuales serán sus prioridades para los próximos seis meses. Una de ellas será la de acabar con la competencia desleal de los alimentos importados. Así lo ha manifestado su ministro de Agricultura, Julien Denormandie.

Según sus palabras, “nuestras prioridades son: relanzamiento, poder, pertenencia por una Europa más soberana”. Ha añadido “debemos combatir sistemáticamente las distorsiones de la competencia dentro del mercado común”.

“No podemos aceptar importar a nuestro mercado europeo productos que no cumplan con los estándares que imponemos a nuestras propias producciones. Esto no tiene sentido. Actuar a favor de esta reciprocidad de normas será la máxima prioridad de la Presidencia francesa”, ha asegurado el ministro.

Asimismo, ha explicado que lo hará de tres maneras:

“Primero, dentro de la propia política comercial, condicionar el acceso preferencial a nuestro mercado al pleno cumplimiento de las normas europeas de producción, lo que se denomina condicionalidad arancelaria. Es una cuestión de equidad en la competencia”.

En segundo lugar, “dentro de las políticas internas, mediante la inclusión de cláusulas espejo, condicionar las importaciones al cumplimiento de un estándar de producción”. Y por último, “la Comisión debería ultimar en los próximos meses su propuesta de revisión de la directiva sobre el uso sostenible de productos fitosanitarios, conocida como directiva SUD, que, por tanto, será examinada por el Consejo en el marco del PFUE”.

Además de los medios y objetivos para reducir el uso de productos fitosanitarios, ha explicado el ministro, esta directiva también debe permitir trabajar en alternativas, con el objetivo de no dejar nunca a los agricultores sin una solución. Como tal, sería particularmente necesario trabajar en una definición europea de biocontrol y en nuevas herramientas de propagación, como drones o equipos anti-deriva”.