Plaza de Lisboa de Oporto.

Olimerca.- Un parque con medio centenar de olivos cubren la cubierta de un edificio en la remodelada Plaza de Lisboa de Oporto, una idea arquitectónica que se ha consolidado en la construcción de cubiertas vegetales en los edificios, que “además de aumentar la superficie natural de las ciudades, ayuda a la climatización de las dependencias inferiores”, recuerda Juan Vilar en su newsletter semanal.

Y es que hace años esta plaza de la ciudad portuguesa era conocida como la “Porta da Olival”, motivo por el cual los arquitectos decidieron plantar olivos en dicho jardín.

Los 50 olivos plantados en la cubierta de este edificio que alberga unas galerías comerciales y un parking subterráneo, son de un solo pie, media hectárea, con cubierta vegetal y riego por goteo.

Según recuerda Vilar, éste es de los pocos olivares integrados en el centro de una urbe, plenamente en producción, y por supuesto, sobre el tejado. No obstante, no es la única iniciativa de este tipo, en 1952, ya se plantaron en un quinto piso tres olivos, de los cuales se extraían tanto aceite de oliva, como aceituna de mesa para el aperitivo en Santa Mónica, Los Ángeles, California, Estados Unidos, en el Rand Corporation Building, también sucede lo mismo en elTerence Conran’s East London.