Olimerca.- Ángel Camacho, fabricante entre otros muchos productos de las aceitunas Fragata, acaba de implantar un novedoso sistema de evaluación de agricultores, con el objetivo de controlar la aceituna de mesa, principal unidad de negocio de la compañía. La compañía pretende controlar todo el proceso de producción, desde el origen del producto hasta los puntos de venta y el sistema surge como respuesta a las diferentes legislaciones en materia de residuos fitosanitarios existente en los mercados internacionales.

Desde la compañía explican que “el sistema consiste en analizar, clasificar y seleccionar los mejores agricultores, asesorándolos sobre diferentes aspectos que inciden en la mejora de sus cosechas”. Para dar este soporte se utilizan diferentes herramientas: técnicos de apoyo por zona, estaciones fitopatológicas, un foro técnico agrícola e información relevante, como puede ser un listado de materias activas recomendadas por plaga y enfermedad. 

El objetivo es “garantizar el cumplimiento normativo interno definido en el Reglamento General del Sistema de Evaluación de Proveedores de Ángel Camacho, que apuesta por la trazabilidad, la seguridad alimentaria, la eficiencia y el control de la cadena de suministro, así como garantizar la sostenibilidad de los proveedores. El proyecto, además, tiene como objeto fijar las pautas de gestión a desarrollar por los agricultores para ser proveedores de Ángel Camacho”, apuntan fuentes de la empresa.

El pasado año se realizó una prueba piloto con algunos proveedores estratégicos, cooperativas agrarias y centros de compras, “con resultados muy satisfactorios”, aseguran.

En este año 2017, el proyecto ha dado un paso adelante incrementando la selección a un gran número de agricultores. De esta forma, se controlará técnicamente la totalidad de las necesidades de compras de aceitunas de la compañía, y, “lo que es más importante, se conseguirá adherir a los mejores agricultores, asesorados por el equipo técnico de la compañía.

El Proyecto, denominado ‘Camacho Integra’, “supone una integración total de los agricultores en la cadena de valor. Permitirá trabajar conjuntamente, con una serie de herramientas técnicas, para poder homogeneizar y conseguir aceitunas que se ajusten a los más altos estándares de calidad establecidos por los mercados internacionales”, afirman desde la compañía.