Olimerca.- Nadie en el conjunto de operadores del mercado del aceite de oliva en origen podría prever en el mes de octubre que los precios podrían experimentar el comportamiento alcista que estamos viendo en este mes de diciembre, y además coincidiendo con los meses más productivos de la nueva campaña.

El que más y el que menos apuntaba a que esta nueva campaña sería algo más tranquila, que incluso se pudo ver en el mes de noviembre, con ligeras bajadas de las cotizaciones en origen y que auguraba una campaña con un cierto tono de tranquilidad. Pero, sólo ha hecho falta que dejara de llover en noviembre y diciembre y que muchos expertos auguraran menores producciones en Grecia o Portugal, unido al sostenimiento de las salidas de aceite en noviembre para que el mercado se de la vuelta, algunos productores se pongan nerviosos y se lancen todos hacia una nueva subida generalizada en todas las categorías.

Concretamente, las últimas noticias acerca de las previsiones de cosecha en Portugal indican que va a ser difícil que se alcancen las 140.000 toneladas, cuando en octubre se hablaban de que se podrían superar las 165.000 ton. En Grecia tampoco las expectativas son buenas, dado que se partía de un aforo de 180.000 toneladas y todo parece indicar que costará llegar a las 150.000 toneladas. También Marruecos va a sufrir recortes en sus estimaciones al pasar de las 135.000 pronosticadas a las 110.000 en estos momentos.

En este contexto, y a escasos siete días para cerrar el año 2023, el aceite de oliva lampante se mostraba muy firme, prácticamente sin oferta ninguna, pero si se encontraba alguna era imposible pagarlo por debajo de los 8,00€/kg. Y si hablamos de la categoría virgen la misión de encontrar aceites bajos en estéres hacía que los precios se disparasen hasta los 8,,60€ e incluso por encima.

Y la máxima calidad tampoco se ha quedado atrás. Algunos contratos que se han cerrado, incluido con Italia, reflejan precios por encima de los 9,10€/kg.