Oleum Hispania

Olimerca.- La semana pasada las manifestaciones y las reuniones con las distintas administraciones para poder implementar un sistema de autocontrol y gestión de la oferta en el sector del aceite de oliva sin duda que han tenido un efecto positivo hacia una mayor confianza en el conjunto de productores; pero, existe en estos momentos otro factor muy importante que está incidiendo en el actual comportamiento por parte de la oferta, y es la ausencia de lluvias.

El campo está ya notando la falta de agua y los escasos litros que cayeron en los meses de octubre y noviembre, en torno a los 300 litros, en algunas provincias, sólo ayudaron a mejorar la calidad del fruto que había en el árbol en aquellas fechas, pero muy poco está ayudando al olivo en estos momentos de cuajado de la aceituna.

Faltarían todavía que cayesen otros 300 o 400 litros de agua para normalizar el campo y el cultivo, y con unas previsiones meteorológicas que no apuntan para nada en ese sentido, es lógico que los tenedores de aceite intenten en estos momentos “nadar y guardar la ropa”. Es decir, hay que seguir vendiendo a un precio razonable, pero al mismo tiempo hay que ser previsores por si la climatología no nos acompaña en los próximos meses y nos tuviésemos que enfrentar a una cosecha inferior a la media.

Por último, los industriales envasadores continúan con sus políticas de compras al día, en función de las pautas que marca la distribución, que últimamente vuelve a utilizar al aceite de oliva como producto reclamo con numerosas ofertas cada vez más agresivas.