Olimerca.- Las plagas representan una de las principales amenazas para la rentabilidad y sostenibilidad del olivar. Insectos como la mosca del olivo o la prays pueden causar importantes pérdidas si no se detectan a tiempo. Por ello, el desarrollo de innovaciones tecnológicas que mejoren su vigilancia son clave para el futuro del sector. Conscientes de esta realidad, el Grupo Operativo oliVAr ha desarrollado un innovador sistema automatizado para la detección de plagas en el olivar, basado en visión artificial y análisis climático. 

El sistema, de bajo coste y fácil manejo, permite localizar, identificar y contar plagas mediante cámaras conectadas a una plataforma digital de análisis y visualización de datos. Y lo hace automatizando tareas que antes requerían de presencia física, por lo que ahorra tiempo y recursos a los técnicos de campo. Además, su base de datos permitirá a los agricultores anticiparse a futuras plagas gracias a patrones históricos. 

El sistema, de bajo coste y fácil manejo, permite localizar, identificar y contar plagas mediante cámaras conectadas a una plataforma digital de análisis y visualización de datos

“Lo más desafiante de este proyecto ha sido la resolución de las cámaras que captan las imágenes de los insectos capturados, ya que la calidad de la imagen es determinante para hacer un recuento automático”, según afirma el técnico de la Universidad de Loyola, Ismael Rivera. 

Integrado por Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, la Universidad Loyola, la Fundación Ayesa y Opracol Sevilla, este consorcio multidisciplinar presentó los avances de esta tecnología en Huévar del Aljarafe, durante una jornada de capacitación en la que Marina Perea, ingeniera informática de la Fundación Ayesa, incidió en la optimización del trabajo del técnico con la ayuda de este sistema.

Con esta finalidad, Perea recordó que la Fundación ha desarrollado el algoritmo necesario para el conteo de las plagas y ha puesto en funcionamiento una plataforma de visualización “a la que el técnico puede acudir para saber qué está detectando el sistema y si es necesario desplazarse hasta el olivar y actuar al respecto. Para ello registra curvas de vuelo y detecciones específicas de cada uno de los nodos y, a través de las fotos, se tiene una evidencia visual de lo que está ocurriendo”.  

La puesta en común de la supervisión del funcionamiento del sistema por parte de Opracol demostró que “este puede ayudar al técnico en su labor porque ahorra visitas al campo y resulta muy eficaz en el conteo por sexo. Eso sí, haría falta al menos un año más para sacarle todo el partido que tiene esta solución”, tal y como indicó su asesor técnico, Miguel Ángel Ortega. 

Importancia de la digitalización en el sector olivarero 

Durante la misma, la alcaldesa del municipio anfitrión, María Eugenia Moreno Oropesa, destacó la importancia de la innovación y de la digitalización en la mejora de la productividad y de la sostenibilidad del sector olivarero. Según su opinión, “Huévar es una tierra muy fértil, en la que durante siglos han tenido, y tienen, mucha importancia los mares de olivo que producen nuestro oro líquido. Por eso, esta innovación es para el olivar un gran paso adelante”. 

En la misma línea se manifestó presidente de Opracol, José Segura, quien señaló que “todo lo que es bueno para el olivar, es bueno para nosotros y es bueno para nuestra tierra”; al tiempo que el responsable del departamento de I+D+i de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, César Díaz Barroso, se centró en la demanda de innovación en las cooperativas aludiendo a que "cuenta con mucha tecnología, una gran aceptación entre los socios y el respaldo de la Administración”.

Este proyecto supone un avance clave hacia una agricultura más precisa, sostenible y digital para el olivar

La jornada concluyó con una demostración práctica sobre el funcionamiento del sistema en campo, en la que los asistentes pudieron ver el trabajo de los prototipos de trampas propuestos por el grupo operativo, con conectividad wifi a un módem que, a través de internet, envía los datos recogidos en el campo a la correspondiente base de datos. 

Este proyecto pionero, financiado por fondos FEADER y la Junta de Andalucía, supone un avance clave hacia una agricultura más precisa, sostenible y digital para el olivar.